El Siglo-AEE
México, DF.- Actualmente, de un total de 16 mil prendas de vestir que se comercializan, 58 por ciento es mercancía ilegal, lo que representa pérdidas para la industria de nueve mil 600 millones de dólares anuales, señaló Ángel Casán Marcos, presidente de la Sección Fibras de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ).
En conferencia de prensa, empresarios de este sector indicaron que la Cadena Fibras-Textil y del Vestido ha registrado de diciembre de 2000 a la fecha una de las más severas caídas de la producción dentro de la industria manufacturera, el cierre de empresas y la pérdida de alrededor de 200 mil plazas laborales en el sector formal, como resultado de la creciente ilegalidad e impunidad, que aborda ya el mercado nacional de hilos, telas y prendas de vestir.
Casán Marcos dijo que la cadena de Fibras-Textil y del Vestido es estratégica para el país, pues da empleo al Producto Interno Bruto (PIB) manufacturero, a las exportaciones y a la infraestructura. ?Para el cierre de 2002 este sector representaba 17 por ciento del empleo de la industria manufacturera y contribuía con ocho por ciento en este rubro.?
En conferencia de prensa, organismos empresariales de este sector manifestaron su apoyo a los trabajadores y a sus sindicatos, que en días pasados realizaron manifestaciones públicas, a fin de solicitar que las autoridades competentes tomen acciones inmediatas para frenar el contrabando y la ilegalidad.
?La cadena textil mexicana vive una de sus peores épocas, con repercusiones en la creación de empleo y la generación de riqueza del país.
Esto se debe principalmente a la ilegal entrada y comercialización de mercancías, en sus modalidades de contrabando y ventas en los mercados formales e informales?, explicó Casán Marcos.
El PIB de la cadena textil ha caído en -6.2 en 2002 respecto a 2001, es decir, se ha reducido el promedio anual siete por ciento en los últimos dos años. ?A principios de 2000, la cadena textil daba empleo directo a más de 830 mil personas, al cierre del año pasado sólo daba trabajo a poco más de 600 mil personas, es decir, una caída de aproximadamente 20 por ciento?, precisó.
Lo anterior implica que 122 mil personas han perdido su empleo por la ilegalidad, a lo que debe sumarse la pérdida de fuentes de trabajo indirectas.
Asimismo, el ritmo de la inversión anual de la cadena textil ha caído radicalmente en el periodo 2000-2002. ?Se estima que la rama más afectada es la producción de telas, que en los últimos dos años ha reducido su inversión en 40 por ciento en promedio anual?.
El directivo resaltó que si el ritmo de la inversión se hubiera mantenido en los niveles registrados en el periodo de 1996 a 2000, para el año pasado se hubieran creado al menos cien mil nuevos empleos en el país.
Los empresarios dijeron estar preocupados por esta situación, por lo que han establecido diez puntos indispensables para el rescate de esta industria.
Entre los más importantes está la solicitud a la Cámara de Diputados para la aprobación de la reforma a la ley contra la delincuencia, para elevar de categoría el delito de contrabando y clasificarlo, así como el crimen organizado. Cabe resaltar que esta iniciativa ya ha sido aprobada por la Cámara de Senadores.
?Las diferentes dependencias del gobierno deben involucrarse en la solución, para atacar frontalmente a la ilegalidad; solicitamos a la administración medidas urgentes y voluntad política para rescatar este sector?, añadió el directivo.