TORREÓN, COAH.- Con una grúa en pésimas condiciones trabaja el Tribunal de Justicia Municipal (TJM) desde hace muchos años, lo que ha motivado que cuando se requiere el “arrastre” de uno o varios vehículos accidentados, se recurra a la empresa concesionada, lo que representa un egreso mayor para los propietarios de las unidades. Dicha grúa, empero, así como el corralón municipal, estuvieron más de 15 días sin prestar servicio, por órdenes de la anterior titular de dicha dependencia, Vanesa González García, lo que ocasionó múltiples molestias.
De modelo 1979, marca International, con capacidad para diez toneladas y con decenas de “reparacio-nes”, la grúa municipal en lugar de dar servicio da lástima, según comentario de varios empleados del TJM, toda vez que no es funcional para el “arrastre” de vehículos chicos y medianos, lo que representa una serie de dificultades cuando se tiene que hacer.
La historia de esa unidad se remonta a la administración de Heriberto Ramos Salas, quien la consiguió mediante una donación que se hizo de parte de las autoridades de Dallas, Texas, pero ya entonces estaba usada.
A partir del Ayuntamiento encabezado por Carlos Román Cepeda González, se formalizó la concesión que se dio a Grúas Laguna, debido a la necesidad que se tenía para trasladar los vehículos siniestrados al corralón y sobre todo por las pésimas condiciones en que está la unidad para ello.
Sólo “manitas de gato” le dieron durante la administración que concluyó y esto fue en talleres de Gómez Palacio, Dgo., pues en Torreón ya en ninguna parte le quisieron fiar al Ayuntamiento presidido por Salomón Juan Marcos Issa.
A fin de contar con la opinión del nuevo titular del TJM, Jorge Antonio González Ruiz, se acudió a su oficina, pero no acudió a laborar el sábado.
Decisión radical
A raíz del proceso entrega-recepción que se hizo el mes anterior, la titular del TJM, Vanessa González García, determinó de manera tajante que la grúa fuera concentrada en el estacionamiento de esa dependencia, en tanto que el corralón municipal dejó de funcionar, es decir no había autorización para el ingreso o salida de ningún vehículo.
Tal determinación ocasionó que se suscitara un incidente en el que a un taxista que ya había pagado su correspondiente multa, no le permitían sacar su auto del mencionado corralón, motivo por el cual acudió hasta las nuevas autoridades municipales para plantearles su problema, debido a la orden expresa de González García.
Fue el nuevo secretario del Ayuntamiento, Alfonso Tafoya Aguilar, quien tuvo que intervenir a fin de solucionar esta dificultad, que no se había visto en ninguna de las administraciones municipales anteriores.
Mientras tanto, alrededor de 20 días, la grúa del Municipio no se movió y los “arrastres” que se generaron durante ese tiempo, los llevó a cabo Grúas Laguna que los trasladó al corralón de su propiedad, con la consiguiente erogación para los conductores involucrados en accidentes de vialidad.
Urgente necesidad
En la actualidad, las pésimas condiciones de la unidad con que se cuenta, además del incremento en el número de automotores que circulan por la ciudad, se requiere de una grúamoderna y de mayor capacidad, sea de “arrastre” o plataforma, a fin de trasladar a los autos siniestrados de hasta tres toneladas de peso al corralón municipal.
De esta forma, la de diez toneladas, a la que se le tiene incluso que meter un gato hidráulico entre la cabina y el chasís para poder meter el clutch, podrá emplearse cuando el vehículo sea más voluminoso, pues por el momento resulta antifuncional.
Con la adquisición de una grúa en mejores condiciones físico-mecánicas, se podría brindar un mejor servicio a la ciudadanía y no resultaría tan oneroso como en la actualidad.
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Elevadas tarifas
Piénselo antes de contratar una grúa o cometer una infracción que obligue a la utilización de esos vehículos.
Actualmente, el servicio concesionado de grúa representa un gasto considerable para quienes de alguna u otra forma tienen que hacer uso del mismo, pues el importe establecido es de 350 pesos más IVA (si se quiere factura).
Lo anterior en lo que se refiere a automóviles y camionetas, pues si se trata de vehículos más grandes, la tarifa se incrementa, además de la del corralón, llegando incluso a cobrar hasta mil pesos por “arrastrar” un trailer.
Comparado con la tarifa del Municipio, el Tribunal de Justicia Municipal aplica un cobro de 276 pesos por “arrastre”, mismo que puede variar, dependiendo de lo voluminoso de la unidad.
FUENTE: tribunales de Justicia Municipales