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Infierno en la infancia/ Última parte

Por Cecilia Aguilar

Última parte

Los sentimientos de los pequeños oscilan entre la ira, el enojo y la culpa.

TORREÓN, COAH.- Generalmente una persona que permite el abuso sexual en sus hijos suele ser alguien que pasó por la misma experiencia; de niños fueron víctimas y en su momento no recibieron apoyo o atención y muchas veces se convierten en adultos que abusan de otros niños, se dan a la prostitución, o pueden tener problemas serios cuando llegan a mayores.

Carmen Xochiquetzal Rodríguez Castro, delegada de la Procuraduría de la Familia en la Región Lagunera del Estado de Coahuila, expuso que en lo que va del año sí han recibido casos de abuso sexual, “pero de acuerdo a los estudios médicos y psicológicos, algunos de los menores sólo tenían fantasías, que por accidente o por falta de precaución de la pareja, el menor sorprendió en el acto sexual a sus padres”.

Como órgano del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, la Procuraduría tiene por objeto la asistencia, la defensa, asesoría, protección y orientación del menor en situación extraordinaria así como de la familia.

En caso de abuso sexual dentro de la familia, procede al examen médico y al corroborarse el delito, se lleva a cabo la investigación, se integra la averiguación y luego se consigna al juez, “aquí es cuando se retira al menor del seno familiar y es depositado en el albergue o casa cuna o en su caso, con un familiar responsable”.

Los Centros de Atención de Integración Juvenil (C.A.I.J.) –en esta ciudad existen tres de ellos, uno en Matamoros y otro en San Pedro- tienen como objetivo determinar la capacidad emocional y psicológica de los menores en situación extraordinaria y de la familia. De los estudios derivados en el Centro, se determina si el menor puede o no regresar a su hogar.

En esta Procuraduría de la Familia se han recibido niños violados en la tierna edad de un año, presuntamente con instrumento no corporal: “uno de los casos es el de una niñita que era depositada para su cuidado en una guardería, se llegó a sospechar, porque cada que le cambiaban el pañal la bebita lloraba mucho y al proceder la revisión médica, se descubrió que efectivamente había sido atacada... por su propia madre... y la familia de la pequeña no precisamente es de un bajo estrato social”.

Daños devastadores

Los comportamientos abusivos van desde acciones que no suponen un contacto sexual como las proposiciones verbales o la exhibición de los órganos genitales, hasta la penetración anal o vaginal.

Casandra Macías Vega, directora de la Casa del Joven, del Centro de Atención de Integración Juvenil (C.A.I.J.) dijo que de los casos que recibe la agrupación, “el diez por ciento son de abuso sexual, lo que pasa es que son asuntos que no se denuncian”, expone.

“Wendy”, “Brenda” e “Isabel”, representan a todos los niños en el mundo que también han sido víctimas. Quienes por conocer al abusador, se sienten atrapados entre el afecto, el miedo, la ira y la vergüenza. Pueden inclusive, temer a que se suscite un conflicto en la familia, “más cuando el agresor es un miembro de ella”.

“Al principio, los sentimientos del niño oscilan entre la ira y enojo con el agresor y también de culpa. La madre muchas veces no cree lo que dice el menor, más cuando se trata de su pareja”, dice la especialista.

Cuando el abuso sexual se da en circunstancias muy aparatosas –gritos, golpes, amenazas, chantajes-, la significación del hecho va a ser más profunda, “a mi juicio, es determinante el tipo de relación que tuvo con el abusador para su recuperación psicológica”.

Falta mucha información sexual a la familia, “porque no está preparada para hablar de este tema que es tabú, los padres se desarrollaron dentro de una idea errónea del sexo y el hijo crecerá bajo ese mismo concepto”.

A “Wendy”, “Brenda” e “Isabel”, quizá les fue robada su inocencia, mas no la esperanza. Ellas conscientes de su realidad... ahora luchan por encontrar el encanto de la vida.

Presa fácil

Generalmente aquellos menores que fueron abusados y que han carecido de un hogar estable y la extrema pobreza es el problema central, son presa fácil para ser usados en prostitución.

A mediados de marzo del presente año, una noticia en la que un sujeto de 65 años de nombre Antonio Sicsick Segovia, cometía actos deshonestos con menores de 13 años, sacudió a la Comarca Lagunera y el impacto fue mayor al conocer que las madres de las menores estaban involucradas.

Aunque el inculpado, Antonio Sicsick Segovia, no fue consignado por pornografía, la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE), dictó acto de formal prisión por corrupción de menores y atentados al pudor.

En la Coordinación “A” de agencias del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, informaron que actualmente existen 11 denuncias en su contra, donde tres de ellas ya fueron consignadas y nueve están en proceso.

Durante mucho tiempo, Sicsick Segovia estuvo cometiendo el ilícito. Algunas de las jovencitas que en otro tiempo se dejaron acariciar por él, eran las que le proveían a las niñas, todas eran procedentes de Lerdo y Gómez Palacio, donde las madres a cambio de dinero aceptaron tal bajeza.

SÍNTOMAS EN LOS NIÑOS ATACAADOS SEXUALMENTE

Ponga atención cuando su hijo presente estos padecimientos:

* Problemas con el dormir o pesadillas.

* Depresión, fobias, ansiedad y problemas psicosomáticos.

* Aislamiento de sus amigos y familiares.

* Decir que tiene el cuerpo sucio o dañado, o tener miedo

de que haya algo malo en sus genitales.

* Negarse a ir a la escuela o poco interés en clases.

* Odio al propio cuerpo, sentirse sucio/a.

* Desvalorización personal, pobre autoestima.

* Miedo a la intimidad e incapacidad para poner límites

y autoafirmarse.

* Comportamientos agresivos, mutilándose con cortaduras, quemaduras o golpes y realizando intento de suicidio.

* Establecer muchas relaciones de abuso, incluso maltrato,

los varones y mujeres victimados tienden a ser abusadores

y golpeadores.

FUENTES: Procuraduría de la Familia; Sistema para el Desarrollo Integral

de la Familia; Procuraduría General de Justicia en el Estado

Visión humanista

Según expertos, los delitos sexuales se presentan no tanto por una necesidad sexual, “sino por la necesidad de usar el poder a través de la sexualidad”.

La justicia

* Hay un problema en el esquema legal, ya que la práctica fuerte de las pruebas, es también otro golpe para el menor.

* La psicoterapia y desarrollo humano pudieran solventar muchas de las trabas en el proceso.

* Hay formas que pudieran aligerar la carga al menor. A través de juegos, dinámicas, mecanismos humanos de sensibilidad y dibujos, se puede extraer la información del hecho y se estarían evitando todos esos traumas que el proceso pericial causa a los niños.

Sexualidad y sociedad

* Existe una pobre cultura sobre la sexualidad. En países como Suecia a los niños desde pre primaria se les pasan videos sobre el sexo a través de dibujos; al de primaria, se le explica con un lenguaje apropiado la función de su sexualidad y al de secundaria, la enseñanza es aún más profunda, pero llevada hacia cuestiones

de la emotividad y no para en la pura función orgánica.

* Además de lo anterior, los problemas sociales tienen relación directa con la crisis económica, social y política del país.

FUENTE: Víctor Cabrera Morelos, secretario de la asociación Ciudadanía Lagunera por los Derechos Humanos, A.C.

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