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México, D.F.- Los pasivos totales auditados del rescate del sistema bancario mexicano tras la crisis de 1995, se situaron en 705 mil 699 millones de pesos (unos 64 mil millones de dólares) al cierre de junio pasado, informaron ayer fuentes oficiales.
En un informe sobre los estados financieros, el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), órgano encargado de administrar esta deuda, señala que los pasivos a largo plazo suman 607 mil 987 millones de pesos (unos 55 mil 271 millones de dólares) mientras que los de corto plazo ascienden a 94 mil 899 millones de pesos (unos ocho mil 627 millones de dólares).
La deuda acumulada en pagarés por los programas de compra de cartera y saneamiento de los bancos asciende a 507 mil 004 millones de pesos (unos 46 mil 091 millones de dólares) mientras que la deuda acumulada por colocaciones del IPAB suma 267 mil 730 millones de pesos (24 mil 339 millones de dólares).
Los programas de compras de cartera de los bancos se han intercambiado por deuda emitida y créditos contratados por el IPAB.
Durante esa crisis financiera, que causó la quiebra de 14 de los 18 bancos mexicanos que operaban en ese momento, el gobierno asumió a través del desaparecido Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) las pérdidas y compró cartera vencida de cuatro de ellos.
Esta deuda acumulada ascendió en su momento más alto a unos 90 mil 000 millones de dólares y representó 14 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
A partir de 2004, el IPAB -organismo que sustituyó al Fobaproa- deberá pagar o en su caso renovar los pagarés que entregó el Gobierno a los bancos por la compra de cartera.