El Centro de Capacitación para Invidentes inició operaciones en sus nuevas instalaciones ubicadas en el fraccionamiento Valle Florido, al funcionar con uno de los cinco edificios que se encuentran en el proyecto de esta institución; ahí se podrá mejorar la capacitación para este sector en una infraestructura adecuada, manifestó el director de esta organización no gubernamental, Jaime Pérez Calzada.
El pasado miércoles 18 de junio, pretendía ser inaugurado el edificio; sin embargo, la disposición presidencial de suspender todo acto que pueda interpretarse como proselitista, por la temporada de elecciones, evitó el mencionado evento; sin embargo, aseguró el Director que las nuevas instalaciones podrán proporcionar un mejor servicio.
El nuevo edificio, primera de cinco estructuras más, consiste en cinco aulas en la planta baja y seis en la alta. La edificación está equipada con sus respectivos baños en varios de los salones, sobre todo para los niños que se encuentran en edad temprana.
En este edificio continuarán las capacitaciones del Cecapi para ciegos y débiles visuales, como es el adiestramiento para niños, jóvenes y adultos, para que puedan conocer su medio ambiente y sean capaces de enfrentar una vida productiva. De este modo se les enseña en los distintos programas a ser independientes y no requerir de otras personas para llevar una vida normal.
Dentro de las capacitaciones a los invidentes y débiles visuales se les muestran técnicas para que puedan alimentarse en forma individual y a estudiar.
Los primeros pasos que se le enseñan al invidente son: el sistema Braille para la lectura; el débil visual puede aprender el sistema Braille y el normal, según su capacidad. También se les muestra la capacidad de caminar con bastón y a sensibilizar otros sentidos para poder moverse y trasladarse a sus domicilios desde el Cecapi; posteriormente, para subir y bajar de un vehículo de autotransporte público y cómo tomar un autobús, la ruta que debe elegir y en qué momento debe bajar y cómo hacerlo.
Después de que los discapacitados visuales aprenden a leer y escribir, también se les muestra el uso de la mecanografía, de la computación y sus programas principales, como son los del paquete office.
La sensibilización táctil y de los demás sentidos es uno de los principales objetivos del Cecapi, de tal modo que puedan capacitarse en otros ámbitos, como es en el taller de manualidades, a través del tejido, macramé y papel maché. También aprender a encuadernar libros y a fabricar piñatas y artesanías.
Los alumnos más avanzados pueden realizar también textos estenográficos Braille, que es un estilo de taquigrafía con el que pueden resumir las palabras y la comunicación.
Se acostumbra la educación física y varios deportes, que se adecúan a las aptitudes de los discapacitados visuales, como el golbol, el rolbol y el futbol, que se ha diseñado con ciertas reglas para que puedan unificarse los equipos.
Los planes de estudio son los mismos que establece la Secretaría de Educación Pública y dentro de unos días se terminará el ciclo escolar normal, para iniciar el nuevo a finales de agosto de este año.
Agudeza en los cuatro sentidos restantes
Los débiles visuales se diferencian de las personas invidentes en que los primeros pueden tener cierta capacidad de visualización de los objetos que se encuentran a su alrededor, mientras que el invidente no tiene alguna percepción de su medio ambiente a través de este sentido.
Aunque ambos suelen ser personas que requieren una educación especial, los centros de capacitación para invidentes mantienen técnicas de enseñanza distintas a las normales, por lo que deben desarrollar agudeza en sus otros sentidos, como es el olfato, el oído y el tacto. El sistema Braille de lecto-escritura es un sistema especialmente diseñado para este sector. Centros como el Cecapi en Durango mantienen biblioteca y fonoteca (audiolibros) como sistemas pedagógicos. También en la Ciudad de México existe ya una biblioteca que presta servicio a este sector.