Caracas (EFE).- El cerco económico al Gobierno de Hugo Chávez se recrudeció hoy con el paro de 48 horas iniciado por la banca privada del país en apoyo de la huelga general de la oposición, que entró en su trigésima novena jornada consecutiva.
El presidente de la Federación de Trabajadores Bancarios (Fetrabanca), José Torrealba, aseguró el miércoles que acatarán el paro "casi todos" los 35.000 empleados del sector, que supuestamente apoyan el objetivo de la oposición de sacar pronto al presidente Chávez del poder.
Por su parte, el líder del oficialista Frente Bolivariano de Trabajadores (FBT), Aníbal Garrido, dijo que las asociaciones de empleados bancarios afiliadas a este grupo no se unirán a la huelga de 48 horas, que calificó de "política" y dirigida por los "dueños" de los bancos.
Añadió que el FBT agrupa "a más de un 70 por ciento de los empleados sindicados" del área financiera, y que si no funcionan los bancos será porque "sus dueños" impidieron el acceso de los trabajadores.
Desde el pasado 10 de diciembre, la ABN aplica un horario restringido de tres horas al día de servicio, lo que ha provocado largas colas de clientes en los bancos.
La ABN anunció que impugnará ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) la resolución gubernamental, según informa la prensa local.
Las nuevas acciones de la banca se suman al plan de la oposición de cercenar las cuentas fiscales del Gobierno, con un llamamiento de la Coordinadora Democrática -que agrupa a los adversarios de Chávez- a la "desobediencia tributaria".
El líder sindical y portavoz de Coordinadora Carlos Ortega celebró anoche la convocatoria de la huelga "en el importante sector bancario" y aseguró que con esa acción la "directiva sindical demuestra su solidaridad con el noble pueblo de Venezuela".
Ortega repitió el llamado a no pagar impuestos, con el argumento de que así el "pueblo" evitará que Chávez supuestamente financie a "grupos violentos", como la oposición califica a los "círculos bolivarianos" conformados por seguidores del Presidente venezolano.
El líder sindical ha pedido a los venezolanos que no teman la amenaza de cárcel lanzada por el Ejecutivo a quienes no paguen sus impuestos y la Coordinadora ha celebrado al menos un foro público para instruir a la población en la retención de tributos.
El paro general de la oposición afecta gravemente a la vital industria petrolera, que aporta el 50 por ciento de los recursos del presupuesto nacional y cerca del 80 por ciento de las divisas que entran a este país, el quinto exportador mundial de crudo.
El ministro de Finanzas, Tobías Nóbrega, admitió que la huelga general afectará los ingresos del Fisco y obligará a reprogramar el presupuesto de 2003 en unos cuatro billones de bolívares (2.800 millones de dólares).
Según cifras oficiales, la empresa petrolera PDVSA ha perdido más de 1.350 millones de dólares desde el 4 de diciembre, cuando fue paralizada en "gran medida" porque varios altos gerentes y capitanes de su flota mercante se sumaron al paro que comenzó dos días antes.
El presidente de PDVSA, Alí Rodríguez, ha advertido de que a las pérdidas económicas derivadas de la paralización de las ventas externas de crudo hay que sumar el costo de las importaciones de combustible al país.
El ministro de Energía, Rafael Ramírez, dijo que la importación de combustible se mantendrá hasta que las seis refinerías de PDVSA estén plenamente operativas, lo que podría ocurrir a principios del próximo febrero, según dijo el funcionario.
Pero los gerentes petroleros sumados al paro aseguran que el Ejecutivo "miente" respecto a la supuesta "reactivación paulatina" de PDVSA.
El portavoz de los gerentes en paro, Juan Fernández, afirmó que la industria petrolera está en peligro de ser destruida, porque el nuevo personal designado por el Gobierno no está calificado para operarla.