Reuters
PEKÍN, CHINA.- Tras meses de amenazas y retórica, Estados Unidos y Corea del Norte se sentaron ayer en torno a una mesa de negociaciones en Pekín, junto con las naciones vecinas del aislado país comunista, para tratar de resolver una crisis nuclear que amenaza a la región.
No hubo señales inmediatas de progreso diplomático. Una información de prensa japonesa dio que Estados Unidos rechazó la precondición norcoreana de que los dos países firmaran un tratado de no-agresión.
Corea del Sur dijo que el subsecretario de Estado norteamericano, James Kelly, mantuvo conversaciones informales con el vicecanciller Kim Yong-il de Corea del Norte, el país que con su medio declarado deseo de llegar a ser una potencia nuclear provocó la crisis en la región.
Para el final del día, Rusia, como China -un amigo tradicional de la empobrecida Corea del Norte-, señaló que se estaba produciendo un bloqueo en las conversaciones.
“Hasta ahora, los países han presentado un numero de peticiones preliminares respecto uno del otro, que están bloqueando el desarrollo de estas conversaciones”, dijo el vicecanciller ruso Alexander Losyukov.
La nación anfitriona, China, se refirió con más entusiasmo a lo ocurrido al declarar que el trecho recorrido ya es un éxito.
“He escuchado conversaciones esta mañana y esta tarde que tuvieron éxito”, dijo el canciller chino Li Zhaoxing a los delegados durante una recepción al cabo del día.
Al comienzo del día, China había pedido moderación antes de que los representantes de las seis naciones tomaran asiento en torno a una enorme mesa hexagonal para mantener conversaciones durante tres días en la exclusiva Mansión de Invitados del Estado, en Diaoyutai, al oeste de Pekín.
Corea del Norte recordó al mundo ayer, en un editorial publicado en la primera plana de un diario estatal en Pyongyang, que desea tener garantías de seguridad de parte de Estados Unidos.
Pero Tass, citando a una fuente de las conversaciones, informó que el jefe delegado norcoreano dijo luego que su país no tiene armas nucleares ni planes para desarrollarlas, pero que ejecutaría “(medidas) disuasivas más poderosas” si no se atienden a sus demandas.
Japón, que cae dentro del alcance de aviones y misiles de Corea del Norte y el único país del mundo que ha sufrido un ataque nuclear, dejó en claro su posición, diciendo que no se debe permitir a Pyongyang que desarrolle armamento nuclear.
Pero Wi Sung-lac, vicepresidente de la delegación de Corea del Sur, dijo que los jefes de las delegaciones estadounidense y norcoreana encontraron tiempo para hablar.
“Estados Unidos y Corea del Norte tuvieron conversaciones libres en la sala de reuniones”, dijo Wi, agregando que no dejaron la sala principal y su charla tuvo lugar en un sofá.