SUN-AEE
MÉXICO, DF.- La construcción de centrales generadoras de energía eléctrica en la frontera norte representa un problema de seguridad nacional para México y además genera poca recaudación fiscal, pues la exportación de electricidad está libre de aranceles.
Así lo señala el proyecto de dictamen de rechazo a la iniciativa presentada por el presidente Vicente Fox en materia eléctrica, destaca además que las empresas extranjeras pueden comprar electricidad mexicana, amparadas en la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica.
Hasta ahora, el país ha otorgado cinco permisos para la venta foránea hacia Estados Unidos con beneficios “escasos o nulos” para México, indica el texto.
Ejemplo de esto son las empresas AES, Sempra e Integren, que al comprar la electricidad generada en Baja California pueden participar en el mercado de California sin tener que construir plantas, lo que implicaría ceñirse a las “severas restricciones” ambientales aplicadas por el estado.
Aunado a lo anterior, la exportación de energía hacia el vecino del norte entraña problemas de seguridad nacional, según concluye el proyecto de dictamen.
“La construcción y operación de centrales en la frontera (norte) plantea, adicionalmente, un problema de seguridad nacional, pues extiende la red eléctrica estadounidense y, en consecuencia, las consideraciones de seguridad energética de ese país hacia el lado mexicano”, concluye el documento.
El proyecto de dictamen de rechazo a la iniciativa de Vicente Fox en materia eléctrica también revela que existen empresas extranjeras que venden energía eléctrica en México, amparadas en la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica.
“Es claro que... se está creando un servicio público paralelo al que ofrecen la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Luz y Fuerza del Centro (LyFC), lo cual es contrario a la Constitución”, asegura el proyecto de dictamen.
Un ejemplo de esto son las empresas Tractebel e Iberdrola: venderán electricidad a 96 establecimientos asociados, lo cual representa “el 40 por ciento del consumo de la ciudad de Monterrey”.
Tractebel obtuvo esta capacidad de venta gracias a un permiso de cogeneración que le transfirió Enron Energía Industrial de México, luego de que esta empresa quebrara. Dicho permiso establece que Tractebel suministrará energía a 43 establecimientos que se encuentran asociados.
Por su parte, Ibedrola posee un permiso que la faculta para vender electricidad a 44 de 53 establecimientos asociados, con posibilidad de ampliar su capacidad de venta a 109 establecimientos.
Además, ambas empresas pagan a México tan sólo entre 0.2 y 0.3 centavos de dólar por kilowatt generado a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por la transmisión de la electricidad.
, mientras en Estados Unidos -puntualiza el documento- se cobra un centavo de dólar por kilowatt para poder utilizar la red de transmisión de una empresa. Es decir, entre tres y cinco veces más de lo que cobra CFE en México.