TORREÓN, COAH.- A golpes y jalones es como acostumbran los inspectores de Control Reglamentario someter a las mujeres que ejercen el oficio más antiguo del mundo, por el sólo hecho de que no porten su licencia sanitaria.
Así fue denunciado por Claudia García Cortés, quien fue detenida por los citados empleados municipales la madrugada del domingo en el interior de un hotel ubicado en avenida Morelos y calle Múzquiz, de donde los inspectores la sacaron prácticamente a rastras.
Si bien la dama acepta que no llevaba el permiso correspondiente debido a que tiene un adeudo de $100.00 en la Dirección de Salud y Asistencia Social Municipal, ahora con su detención tiene que pagar además la multa que le impondrán, eso sin contar con los medicamentos que tendrá que comprar para mitigar el dolor de las lesiones causadas.
Claudia dijo que fueron cuatro los inspectores que con lujo de violencia, como si fuera una criminal, la sacaron del vestíbulo del hotel donde se hallaba, sujetándola por los brazos y causándole así varios hematomas.
Por su parte María del Carmen González Hernández, apoyó a su compañera de celda, asegurando que a ella a punto estuvieron de golpearla sólo porque se negaba a proporcionar sus datos durante la remisión en la cárcel municipal.
Por fortuna, manifestó, se contuvieron, pero no se salvó de ser jaloneada e insultada por los servidores públicos, ante la complacencia de su jefe, Antonio Pedrueza Candela.
Finalmente y ante la amenaza que les hicieron a sus captores de que acudirían a la Comisión de Derechos Humanos para denunciar el mal trato del que eran objeto cada vez que las detenían, los inspectores las dejaron llenas de coraje al retirarse entre carcajadas, por lo que les habían dicho.