EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Es poco el esfuerzo que el Gobierno Federal ha canalizado a la educación y se percibe un tanto difícil igualar los porcentajes de inversión del Producto Interno Bruto a los parámetros establecidos por organizaciones internacionales.
En opinión de Gabriela Aguilar, directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, de continuar la política vigente en futuros sexenios, podría lograrse el objetivo en el mediano plazo.
Generalizar los programas de tutorías, disminuir los índices de deserción, aumentar la eficiencia terminal y otros, son factores que deben atenderse en esta materia y no únicamente concretarse a incrementar la cobertura educativa en cuestión de cantidad.
En este sentido, la directora de la Facultad manifestó que hay la estrategia importante de aumentar la cobertura en educación, pero no basta con abrir nuevos centros educativos sino que debe hacerse con calidad.
Para ello se requiere el esfuerzo no sólo del gobierno, sino también del sector privado y la propia sociedad.
Gabriela Aguilar consideró que el planteamiento de lograr educación con calidad implica contar con una infraestructura adecuada, profesores preparados y el equipamiento necesario.
Sin embargo, será hasta el año 2020, de acuerdo con la planeación del Gobierno Federal, en que podrán verse reflejados algunos resultados del trabajo que se está desarrollando en materia educativa.
Calidad, problema fundamental
Para José Francisco Castro Mancilla, responsable del Departamento de Investigación de la Universidad Autónoma de La Laguna, el problema educativo en nuestro país se concentra en la calidad.
Aunque las cifras dicen que se ha incrementado la matrícula en el sistema escolarizado (de 20.6 millones de alumnos inscritos en el año 2000 contra 31.5 millones registrados en este año), también es cierto que los índices de analfabetismo en México son del 8.5 por ciento y que deben abatirse.
La educación es la única estrategia que ayuda a disminuir la brecha entre la riqueza y la pobreza, el éxito se logra cuando el recurso humano de mayor calidad y productividad devenga salarios justos y dignos; por desgracia esto no sucede en México, pues la mayor parte de la población desempleada son jóvenes profesionistas de 19 a 23 años de edad.
Hasta ahora, en México ha destacado la participación de la Iniciativa Privada en la inversión educativa sobre la efectuada por el Estado.
Incluso esta situación se refleja a nivel regional, donde el crecimiento de la infraestructura en instituciones de educación superior se atribuye al sector privado, de la misma forma en que ha ocurrido con la ampliación de capacidades en los colegios de nivel básico.
El investigador manifestó que las cifras ofrecidas por el Gobierno Federal deben tomarse de manera conservadora y tener en cuenta que la responsabilidad educativa está en manos no sólo del Estado, sino también de la sociedad civil y las unidades familiares.