POR PRIMITIVO GONZÁLEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- El conflicto bélico entre Estados Unidos e Iraq es un acontecimiento que ha sacudido a todos por las consecuencias tan serias que tendrá, no sólo para una nación sino para otras que podrían ser involucradas en el conflicto, declaró el Arzobispo emérito de Durango, Antonio López Aviña.
Entrevistado en el aeropuerto “Francisco Sarabia”, poco antes de su vuelo a la Ciudad de México, monseñor López Aviña expuso que la violencia nunca es evangélica, ya que siempre trae males y muchas veces irremediables.
Lo que debemos hacer, dijo, es poner cada uno nuestro grano de arena para que México no se vea involucrado en un conflicto de una magnitud insospechable, “además, debemos orar para que aquellos que tienen en sus manos, los intereses temporales de las naciones, vean y se convenzan que no es la guerra el camino para resolver los problemas”.
Desgraciadamente, resaltó, los dirigentes de las naciones en guerra dejan de lado el dolor de sus conciudadanos, “porque olvidan que los demás somos hermanos y como hermanos debemos preocuparnos para que a ellos no les llegue un flagelo tan serio como es la guerra”.
Las repercusiones que podría tener en México el conflicto internacional actual, dijo, son de índole muy variada, tanto en la economía, como la política, de tipo social, religioso y sobre todo, representa un freno o retroceso en el progreso que debemos buscar todos por nuestro país.
Ante este gran problema del mundo, destacó que se debe intensificar la oración y especialmente en este tiempo de Cuaresma y la próxima Semana Santa, orar con intensidad. “Que el Señor, que es Dios de la paz, nos traiga el don precioso de la misma, no sólo a una nación, sino a todo el mundo”.