REUTERS
SAN PETERSBURGO, Rusia.- Un conciliador presidente de Estados Unidos George W. Bush, se reunió ayer en Rusia con los líderes mundiales que se opusieron a él por la guerra en Iraq, en una histórica gala que brinda un glamoroso telón de fondo para reparar las relaciones transatlánticas.
Las fastuosas festividades para celebrar el 300 aniversario de San Petersburgo, ciudad natal del presidente Vladimir Putin, reunieron a los principales protagonistas del agrio debate que precedió a la guerra contra Iraq, incluyendo a los líderes de Francia, Alemania y Gran Bretaña.
En declaraciones hechas en Polonia en la primera etapa de una gira de una semana de duración por Europa y Oriente Medio, Bush descartó la confrontación y siguió una estrategia más conciliadora, diciendo que Estados Unidos está comprometido con una fuerte alianza con Europa contra el terrorismo.
“Este no es el momento de provocar divisiones en una gran alianza”, dijo en Cracovia. El mandatario utilizó una visita al cercano campo de concentración nazi de Auschwitz para explicar su posición sobre los ataques preventivos contra el “mal”.
“Estados Unidos está comprometido con una fuerte alianza atlántica para garantizar nuestra seguridad, para avanzar en la libertad humana y mantener la paz en el mundo”, dijo Bush, agradeciendo a los polacos su apoyo en la guerra contra Iraq, que contrastó con las duras críticas de los franceses y alemanes.
La presencia de más de 40 líderes, tras varios meses de tensión internacional, convirtió la fiesta de 1,500 millones de dólares en una ocasión para una intensa diplomacia mundial.
Bush, Putin y otros líderes del Grupo de los Siete países más industrializados se verán el domingo en la cumbre del G8 en la localidad francesa de Evian.
A pesar de las serenas declaraciones de Bush, su asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, no midió sus palabras en una entrevista con un periódico francés, y dijo a Le Monde que había habido ocasiones en que París parecía considerar a los estadounidenses como más peligrosos que Saddam Hussein.
La cumbre de Evian sigue prometiendo ser un tenso encuentro, con el líder estadounidense retando a Europa a derribar las barreras comerciales y abrirse a los cultivos modificados genéticamente.