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CANCÚN, México.- La policía selló ayer la zona hotelera del lujoso centro turístico mexicano de Cancún para controlar las protestas antiglobalización en el marco de las cruciales negociaciones por la apertura del comercio mundial que se iniciarán formalmente el miércoles.
Mientras los ministros, ya en Cancún, analizaban como destrabar el estancamiento que existe en algunos de los temas clave, como los elevados subsidios agrícolas en Estados Unidos y Europa, cerca de 1,000 activistas protestaban en los alrededores, bloqueados por la policía provista de equipamiento contra disturbios.
La policía colocó vallas de más de dos metros sobre las calles, acordonando el principal distrito hotelero y de restaurantes de Cancún, donde están miles de activistas.
Ondeando banderas con la hoz y el martillo de la ex Unión Soviética y los emblemas negros de los grupos anarquistas, los manifestantes gritaban consignas contra Estados Unidos e Israel, aunque no existían enfrentamientos con los 200 policías antidisturbios apostados en el lugar.
Dentro de lujosos hoteles, los negociadores de los 146 países miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) intentaban hallar soluciones a las disputas que impiden alcanzar un comercio mundial razonable para fines del próximo año, como está previsto.
Supachai Panitchpakdi, director general de la OMC, dijo que un fracaso de las negociaciones podría dañar seriamente el crecimiento de la economía mundial y pondría en riesgo puestos de trabajo en todo el mundo.
“La débil economía mundial necesita urgentemente un estimulante, que podría ser producido por una liberalización del comercio global significativamente mayor. Una conclusión exitosa de la ronda es por lo tanto clave para revivir la economía mundial”, dijo el directivo el martes.
“El fracaso no es una opción. Enviaría una señal muy dañina al mundo sobre las perspectivas de una recuperación económica y resultaría en mayor dificultad para los trabajadores en todo el mundo, particularmente en los países pobres”, señaló.
La búsqueda de un acuerdo para la apertura de mercado, especialmente en favor de los países pobres y en desarrollo, comenzó hace casi dos años, pero la mayoría de las fechas límite fijadas vencieron sin que se alcancen acuerdos.
Los funcionarios esperan que la reunión de Cancún le de a las negociaciones un nuevo ímpetu.