Reuters
DALLAS, EU.- Un equipo médico comenzó ayer una riesgosa operación, en la que participarán 20 cirujanos y podría demorar hasta dos días, para separar a unos mellizos egipcios de dos años que nacieron unidos por la cabeza.
La operación de Ahmed y Mohamed Ibrahim en el Centro Médico Infantil de Dallas, Texas, es la primera que se realiza después de que unas mellizas iraníes que también nacieron unidas por la cabeza se sometieron, ya de adultas, a una cirugía de separación y murieron posteriormente en julio en un hospital de Singapur.
Según médicos, si los niños egipcios no se separan es posible que sufran daños cerebrales y que nunca puedan caminar debido a la forma en que están unidos: por la parte superior de sus respectivas cabezas.
“Los cirujanos están convencidos de que la posibilidad de una operación satisfactoria ofrece beneficios superiores al deterioro seguro y progresivo de funciones que los mellizos experimentarían si continúan unidos”, dijo Jim Thomas, director de la unidad de cuidados intensivos del hospital de Dallas.
Los niños no pueden ponerse de pie debido a que, al estar unidos por la parte superior de la cabeza, sus piernas quedan dispuestas en sentido contrario. Unidos, los dos miden más de 1.8 metros de largo desde los pies de uno hasta los pies del otro.
La primera fase de la operación consiste en eliminar unos dispositivos con aspecto de globo que fueron insertados en la región donde se hará la separación. Algo similar se hizo en los muslos de los niños para expandir la piel de esa zona, que luego se utilizará para cubrir sus cerebros toda vez que se hayan separado.
El equipo de cirujanos está utilizando mesas de operación especialmente diseñadas para que roten y puedan dividirse cuando los niños sean separados.
Este tipo de mesa de operación es una innovación. Según Thomas, la cirugía requiere de un intenso trabajo de equipo en una zona reducida y con poco margen de error.
Delicada y peligrosa
La fase más difícil de la operación será la separación de las venas grandes y la red de vasos sanguíneos por donde circula la sangre que irriga sus cerebros.
Después de la separación, los equipos de neurocirujanos trabajarán para asegurar que la sangre circule con normalidad en los cerebros de ambos niños. Posteriormente, cirujanos craneofaciales repararán el daño que la operación pueda haber causado en los cráneos. El proceso podría demorar 48 horas, pero los médicos dijeron que era difícil predecir un límite de tiempo específico.
Los niños comparten parte del tejido cerebral, pero éste puede separarse sin que cause mucho daño. Sin embargo, si sus sistemas circulatorios no se separan adecuadamente, los niños podrían morir, dijeron médicos.
“Este procedimiento es muy riesgoso, pero todos los que participarán en él han tomado precauciones extraordinarias para disminuir cualquier posible complicación y aumentar el margen de seguridad para los mellizos”, dijo Thomas.
Los niños egipcios llevan más de un año en Dallas, donde han sido sometidos a muchas pruebas diagnósticas y a preparativos para la cirugía, dirigida por Kenneth Salyer, cirujano craneofacial del Centro Médico en Dallas.