Dallas (EEUU), (EFE).- Dos hermanos siameses egipcios de dos años de edad, que están unidos por el cráneo y comparten una importante vena cerebral, son sometidos hoy a una delicada operación quirúrgica para separarlos en un hospital de Dallas.
Después de más de un año de preparación en el Centro Médico Infantil de Dallas (Texas), Ahmed y Mohamed Ibrahim, entraron en el quirófano para una intervención que, según reconocieron los médicos, implica un alto riesgo de muerte o de daños cerebrales.
La operación de estos niños nacidos el 2 de junio de 2001 en Qus, en el sur de Egipto, es la primera de este tipo que se realiza desde la fallida intervención de las hermanas iraníes Laleh y Ladan Bijani, de 29 años, fallecidas en julio pasado.
Laleh y Ladan no sobrevivieron a una operación parecida en un hospital de Singapur, que se prolongó durante 52 horas y que fue seguida muy de cerca por la opinión pública mundial.
Pero los médicos que han atendido a Ahmed y Mohamed consideran que su corta edad les da una posibilidad más alta de sobrevivir, ya que los huesos y tejidos de los niños tienen una mayor flexibilidad y, por tanto, una mayor capacidad de recuperación.
El equipo médico que dirige el doctor Kennet Salyer dijo que la operación, que comenzó a las 14.30 GMT del sábado, durará entre 18 y 48 horas, y señaló que el principal problema residirá en separar las venas que comparten para renovar la sangre de sus cerebros.
Si no se consigue estabilizar sus sistemas circulatorios, Ahmed y Mohamed podrían morir, informó Salyer, quien destacó también el hecho de que compartan una pequeña porción de superficie cerebral, que los médicos confían en poder dividir sin causar graves daños.
Los facultativos y los padres de los niños dicen haber sopesado muy bien los riesgos y los beneficios del paso por el quirófano de los menores, que si no son separados no tendrán la posibilidad de andar nunca dadas las características de su unión craneal.
Hasta ahora, se ven obligados a permanecer tumbados o a gatas, y a ser acarreados por al menos dos personas, además de sufrir problemas musculares en el cuello y la garganta.
"Nadie se mete en esto a la ligera", afirmó en la víspera el doctor Dale Swift, uno de los cinco neurocirujanos pediátricos que participarán en la operación, quien aseguró que "en estos momentos creemos que lo que vamos a hacer es lo correcto".
Ibrahim Mohamed Ibrahim, el padre de los niños, expresó también su convicción de que pasar por el quirófano es lo mejor para que sus hijos tengan la opción algún día de hacer una vida normal.
"Si se les deja así, no van a ser normales", dijo Ibrahim en la única entrevista que concedió a principios de este año.
La preparación ha sido larga y en abril pasado se insertó en las zonas del cráneo en las que se practicará la incisión, claramente diferenciadas ahora por una corona de pelo, unos dispositivos inflables especiales para facilitar la intervención.
Una vez separados, el cerebro será protegido con tejido muscular procedente de las piernas de ambos.
El doctor Swift explicó que todo ha sido minuciosamente preparado y estudiado: "no creo que nada haya podido ser más estudiado que esta operación. Hemos puesto en esto mucho tiempo y esfuerzo".
Sobre los antecedentes, Swift prefirió referirse a exitosas operaciones de separación como la de las siamesas guatemaltecas conocidas como las "Mariítas", de la misma edad que los hermanos Ibrahim, que fueron separadas hace un año en Los Angeles.
Estas niñas, pese a haber sufrido algunas complicaciones desde entonces, dejaron de estar unidas por el cráneo y tienen una oportunidad de hacer una vida normal en el futuro, señaló.
La intervención quirúrgica es seguida muy de cerca en Egipto, según narró Naser Mohamed, tío de los siameses, quien aseguró que en la localidad natal de los niños todo el mundo reza por su suerte.
"Cuando la gente supo que la operación se iba a llevar a cabo, continuaron los rezos en las mezquitas, pidiendo a Alá por una operación exitosa y por el regreso a salvo de los gemelos", dijo.
Otro familiar de los niños, Saad Abu Qaeis, expresó, no obstante, la inquietud de los más allegados a Ahmed y Mohamed: "somos optimistas, pero estamos muy preocupados por los gemelos tras el fracaso de la separación de las hermanas iraníes".