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Panamá, Panamá.- La policía panameña reprimió ayer una manifestación de trabajadores de la Caja del Seguro Social (CSS) con el uso de gases lacrimógenos que cayeron cerca de un hospital y que causaron la intoxicación de 122 menores y cuatro personas detenidas.
“Fue un acto de brutalidad policíaca”, dijo a periodistas el director de la institución Juan Jované al anunciar que denunciará el caso por violación de los derechos humanos ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
La acción policial ocurrió cuando agentes antimotines intentaron despejar la Vía Transístmica, que permanecía ocupada por un grupo de trabajadores administrativos de la CSS, lo cual generó un caos vial en toda la capital panameña.
La policía antidisturbios disparó varias bombas con gases lacrimógenos que impactaron dentro del hospital, por lo que 122 menores requirieron ser trasladados a otro centro. Además, cuatro personas fueron detenidas y ya se buscaba su liberación.
Jované insistió en que acudirá ante la Defensoría del Pueblo y coordinará con la Cruz Roja Internacional una denuncia, debido a que “los hospitales nunca han sido parte beligerante de los conflictos”.
Unos seis mil trabajadores de la CSS mantuvieron ayer su segundo día consecutivo de paro en demanda de un crédito extraordinario por 29.9 millones de dólares para impedir el cierre de varias clínicas.
El paro se extenderá hasta hoy, luego que el martes por la noche se descartó aprobar la solicitud por el rechazo del sector empresarial y del titular de la Contraloría, Alvin Weeden.
Aunque Jované afirmó que el dinero se canalizará para la compra de medicamentos y el pago de salarios, Weeden -quien desde hace meses mantiene una pugna con la CSS- señaló que sólo es para sueldos y relaciones públicas.
La junta directiva de la CSS volverá a reunirse hoy, cuando se espera que los trabajadores decidan si suspenden o continúan con sus medidas de presión.