Los empresarios de la cervecería Corona decidieron cambiar el sitio para la instalación de una planta que originalmente se proyectó en el municipio de Gómez Palacio porque no recibieron el apoyo de las autoridades de Fomento Económico de Durango, dijo Carlos Herrera Araluce y agregó que él en lo personal sigue en contacto con los empresarios tratando de convencerlos de que retomen la idea original porque ello permitiría abrir unas mil fuentes de empleo.
La forma de resolver el problema de la desocupación, es atraer inversiones para la instalación de industrias estables, que además de representar la creación de miles de empleos directos, también generan indirectos y reactivan el entorno económico, con el surgimiento de micro y pequeñas empresas y el aumento en el dinero que circula.
Tal es la teoría del diputado federal electo, quien a modo de ejemplo, afirma que sería formidable el establecimiento en Durango de la empresa cervecera “Corona”, que por sí sola, generaría al iniciar cuando menos mil empleos directos, entre profesionistas y mano de obra, pero además lo que implicaría el surgimiento de las micro y pequeñas empresas que siempre operan alrededor de lo que producen las de mayor envergadura.
Además beneficiaría al sector agrícola, ya que promovería la siembra de la cebada, que es una de las materia primas que utiliza en grandes volúmenes. Y para lo cual, de acuerdo a la manera como funciona, instalaría una especie de banco para financiar a los agricultores, con la seguridad de comercializar la cosecha.
Desde esta visión, Carlos Herrera, refrendó a El Siglo de Durango, su intención de insistir ante los representantes de la empresa cervecera, para que no cancelen el proyecto original de establecer una planta de tres unidades en Gómez Palacio, aún y cuando señaló que están sentidos con el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico del Estado, Jorge Andrade Cansino, por la insensibilidad que mostró para que se les dieran facilidades, al exigir requisitos que los inversionistas consideraron inadecuados.
Al ser cuestionado sobre el malestar de los representantes de la cervecera contra el funcionario estatal, Carlos Herrera explicó que cuando ya tenían los terrenos, cuando ya habían adquirido los derechos para extraer 500 litros por segundo de agua, de pozos que ya estaban en funcionamiento y que en su mayoría eran utilizados para regar tierras improductivas, de pronto se les exigió que tendrían que donar otros 500 litros por segundo del vital elemento, lo cual les implicaría entonces sí, la perforación de otras norias, enfrentándose con trabas legales por las dependencias normativas.
El entrevistado señaló que “algo sucedió”, para que se le impusiera a la empresa requisitos que le han obstaculizado empezar a cristalizar el proyecto, y que por ende, dejan en riesgo de que no se lleve a cabo. Dijo que esto es lo que no debe suceder.