AP
WASHINGTON, EU.- Dos soldados de la guardia nacional de Florida que contrajeron matrimonio con mujeres iraquíes están siendo investigados por supuesto incumplimiento de órdenes, dijeron sus familias.
Los hombres, ambos cristianos que se convirtieron al Islam para poder casarse bajo la ley iraquí, esperaban regresar a Florida este mes, pero la nueva política del ejército que exige a las tropas permanecer en Iraq durante 12 meses seguidos podría mantenerlos allí hasta abril.
Entretanto, el sargento Sean Blackwell, de 27 años, de la localidad de Pace, y el cabo Brett Dagen, de 37 años, de Walnut Hill, quieren enviar a sus esposas a Estados Unidos debido a las amenazas de iraquíes anti-estadounidenses.
Vickie McKee, madre de Blackwell, dijo que su nuera ha pedido que las mujeres no sean identificadas por esa razón. Ambas mujeres son doctoras.
"Allí la amenazan casi todos los días", dijo McKee. "El sólo quiere saber que ella está segura", agregó.
McKee, que dijo que el ejército está tratando de impedir que las mujeres viajen a Estados Unidos, ha entregado cartas de su hijo y su esposa a la oficina del legislador estadounidense Jeff Miller. Dan McFaul, portavoz de Miller, dijo que el legislador no puede hacer nada hasta que las mujeres soliciten los visados.
La esposa de Blackwell, que ahora trabaja como intérprete para una empresa estadounidense en Bagdad, escribió que el ejército ha impedido al soldado ponerse en contacto con ella desde la doble boda el 17 de agosto.
"¿Es esta la libertad de Estados Unidos?", escribió. "¿Dónde están los derechos humanos? ¿Dónde está la justicia?", sostuvo.
McKee dijo que se ha prohibido a los soldados usar el correo electrónico, y durante un tiempo tampoco se les dejó llamar a sus casas.
"Es una vergüenza para el ejército", declaró la madre de Dagen, Laverne Warren. Warren señaló tampoco se permitió a su hijo comunicarse con su esposa iraquí.
Un portavoz del ejército en el Pentágono refirió las preguntas a oficiales en Iraq, que no quisieron hacer comentarios.
El teniente coronel Ron Tittle, portavoz de la guardia nacional de Florida en St. Augustine, dijo que no sabía si se habían tomado o contemplado acciones disciplinarias, pero el comandante del batallón de los soldados, el teniente coronel Thad Hill, había expresado su preocupación de que los matrimonios pudieran distraer a sus tropas de la misión y poner en peligro su seguridad.
En su carta a Miller, Blackwell dijo que la oficina del inspector general del ejército le había dicho que no podía ser castigado por casarse, pero que podría ser sancionado por desobeceder una orden.
Otros soldados, incluido el comandante de su compañía, se mostraron comprensivos, pero Hill y un sargento mayor se opusieron a los matrimonios, escribió Blackwell.
Un juez iraquí casó a la pareja mientras los soldados estaban en una patrulla a pie, señaló Blackwell.