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COMITÁN, Chis.- El Gobierno Estatal pidió a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), por su “autoridad como instancia internacional”, realice una investigación epidemiológica a fin de conocer los factores que provocaron la muerte de 30 niños entre diciembre del 2002 y los primeros días de 2003, en el Hospital Regional de Comitán.
A su vez, los familiares de los bebés muertos se reunieron con el secretario de Salud, Ángel René Estrada Arévalo, quien les comunicó que los resultados de las primeras investigaciones hechas por un equipo de la SSA, se les entregarán a ellos para que procedan como más les convenga.
En tanto, el gobernador Pablo Salazar Mendiguchía anunció también que se pidió a la Procuraduría de Justicia que emprenda de “inmediato” las investigaciones correspondientes para “establecer si hubo un tipo de irresponsabilidad que amerite alguna sanción, tanto del personal del Hospital de Comitán, como de otras instituciones públicas y privadas”.
También pidió la intervención de la Contraloría General del Estado para que “conforme a sus atribuciones y facultades, deslinde responsabilidades en el ámbito de la ley orgánica de la administración pública y de la ley de servidores públicos del estado de Chiapas”.
Ordenó también el cierre temporal de la unidad de cuidados intensivos del Hospital, pero en su lugar será habilitada otra área que garantice la atención de los servicios que la población requiera.
Salazar Mendiguchía dijo que su gobierno dará seguimiento a todas estas medidas y acatará las recomendaciones que resulten de la investigación técnica “de alto nivel científico por parte de la Organización Panamericana de la Salud”.
Y prometió actuar en el sentido que manden las investigaciones de la Procuraduría de Justicia del Estado y de la Contraloría.
Anunció que en próximos días el Gobierno del Estado hará pública las actividades de reforzamiento de la infraestructura, equipamiento y recursos humanos, para “continuar fortaleciendo la atención a la salud del niño”.
La señora Lesbia del Carmen Solís Guillén dijo que el 17 de diciembre nació su niño en el Hospital Regional y la doctora que la atendió le dijo que el bebé “venía bien”, aun cuando le faltaban algunos días para cumplir seis meses. “Me dijeron que el niño estaba bien, pero de un momento a otro empeoró”.
Es decir, el 22 de diciembre, cuando el director del nosocomio, Raúl Belmonte Martínez, ordenó fumigar el hospital, al otro día murió el niño.
El día 23, a la señora todavía le pidieron sangre para el bebé, pero al poco rato le comunicaron que al niño le daban “una hora para fallecer y que le iban a poner oxígeno, pero ya no iba a vivir”.
Por su parte María Antonieta Aguilar Silva comentó que durante el nacimiento de su bebé en el nosocomio de la Secretaría de Salud, el trato que recibió de los médicos fue despótico y grosero.