01/abril/2003
JILA, Irak (AP) .- Las autoridades dijeron el martes que helicópteros de ataque Apache de Estados Unidos atacaron un vecindario en la ciudad central iraquí de Jilá, dejando 33 civiles muertos y más de 300 heridos.
El Comando Central de Estados Unidos informó que investigaba el caso. Indicó, sin embargo, que ningún Apache estaría involucrado en el incidente.
Funcionarios iraquíes llevaron a periodistas a la ciudad, 89 kilómetros al sur de Bagdad, y les mostraron los cadáveres en lo que dijeron fue un ataque estadounidense realizado el martes.
Un hombre, Kazim Mojammed, dijo que estaba en la carretera que viene de Nasiriya camino a Jilá cuando ocurrió el ataque. Dijo que 11 de sus familiares murieron al ser alcanzado el vehículo en el que viajaban.
Indicó que entre los muertos estaban seis de sus hijos, sus padres y su esposa.
Jilá, a orillas del Eufrates cerca de las ruinas de la antigua Babilonia, es considerada por la coalición encabezada por Estados Unidos como refugio de los fedayín de Saddam Hussein, una milicia empleada para crear el caos en el país y, en días recientes, atacar a las fuerzas estadounidenses y británicas.
Jilá se encuentra a unos kilómetros al sureste de Jindiya, donde ocurrió una batalla el lunes entre fuerzas de Estados Unidos e Irak.
En el hospital Al-Yamjuri, de Jilá, la prensa acompañó a funcionarios iraquíes mientras contemplaban los cadáveres, entre ellos los de niños pequeños y un bebé de no más de cinco o seis meses.
Un vocero del Comando Central en Katar, el teniente comandante Charles Owens, dijo que las fuerzas de la coalición no creen posible que un helicóptero Apache haya tenido que ver en el ataque.
Previamente, el Comando Central emitió un comunicado en el cual dijo que las "fuerzas de la coalición atacan solamente blancos militares legítimos y se esfuerzan por reducir las bajas civiles y los daños a instalaciones civiles".
Voceros militares iraquíes dijeron el martes que las fuerzas estadounidenses intentaron aterrizar en las afueras de Jilá, pero se retiraron al recibir fuego antiaéreo.