14/abril/2003
Moscú, (Notimex).- La cancillería de Irán afirmó hoy que arrestará y juzgará a cualquier miembro del régimen del presidente iraquí Saddam Hussein o del partido Baath, que ingresen ilegalmente a su territorio para huir de las fuerzas británico-estadunidenses.
"Si líderes iraquíes entran ilegalmente en Irán les detendremos y los juzgaremos por los crímenes que han cometido contra nuestra nación", afirmó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Hamid-Reza Asefi, en relación a la guerra bilateral de los 80.
El gobierno de Teherán ha manifestado su congratulación por la posible caída del régimen del presidente Hussein, al que reprocha la muerte de cerca de un millón iraníes durante la guerra Irán-Irak (1980-1988), aunque condena la invasión aliada.
Asefi advirtió que Irán está en su derecho de detener a cualquier líder iraquí que entre a su territorio, aunque descartó que éstos pudieran ser entregados a las tropas de Estados Unidos y Reino Unido que ocupan ahora el vecino país árabe.
"Controlamos enteramente nuestras fronteras y no permitiremos a nadie franquearlas ilegalmente", enfatizó el portavoz de la cancillería, según un reporte de la Agencia de Noticias de la República Islámica (IRNA).
El vocero de la diplomacia iraní manifestó su preocupación por la situación de anarquía que reina en Bagdad y otras ciudades de Irak y la dificultades a las que se afrontarán los grupos opositores u reconstrucción.
Asefi se pronunció a favor de que sean los mismos iraquíes quienes guien el futuro de Bagdad, incluso los grupos de izquierda exiliados en varios países de Medio Oriente y Europa, y rechazó la presencia de las fuerzas extranjeras en la reconstrución.
Indicó que de las medidas que se tomen para restablecer el orden y la situación política y social en Irak dependerá también el futuro de la región, por lo que un mal paso podría traer graves consecuencias a Irán y los países.
El vocero de la cancillería dejó claro que el interés de Teherán no es intervenir, ni mucho menos entrometerse en los asuntos internos de Irak, aunque está en disposición de brindar ayuda humanitaria a la población civil.
De acuerdo con la agencia oficial de noticias, el gobierno iraní ha enviado en los últimos días 12 tanques de agua potable y tres tanques de hielo a la ciudad fronteriza iraquí de Badra, donde el suministro fue interrumpido por los bombardeos aliados.
El envío de la ayuda, ordenado por el gobernador de la provincia iraní de Mehran, Sadeq Lotfi, intenta impedir que miles de refugiados crucen la frontera y con ello se desate una mayor crisis humanitaria.
Además de agua, el gobierno de Teherán también distribuye alimentos y medicinas entre la pobladores de Badra que desde hace unos días comenzaron avanzar a la frontera. Según el Ministerio del Interior de Irán unos 100 mil iraquíes se trasladan en Mehran.