Reuters
TEHERÁN, IRÁN.- Irán dijo ayer que impedirá que iraquíes armados que radican en su territorio retornen a Iraq para unirse a la guerra liderada por Estados Unidos con vistas a derrocar al presidente Saddam Hussein.
“No permitiremos ningún movimiento militar a favor o en contra de cualquiera de los bandos hasta que el conflicto haya terminado”, dijo un portavoz del gobierno en conferencia de prensa.
“Nuestras fronteras están cerradas a cualquier intento de cruzarlas”.
Autoridades del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq (SCRII por sus siglas en inglés), con base en Teherán y compuesto por exiliados shiítas iraquíes, no realizaron comentarios inmediatos.
El ala armada del SCRII, conocida como la Brigada Badr, dijo que tenía a varios miles de militantes en el suroeste de Irán, cerca de la frontera con Iraq.
La república islámica ha prometido neutralidad en el conflicto. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, dijo sin embargo que en Iraq había algunos grupos respaldados por Irán.
“Vemos fuerzas respaldadas por Irán (...) tropas fieles al gobierno iraní dentro de Iraq. Hasta ahora, Irán no ha hecho nada que nos haga la vida más difícil en Iraq. Esperamos que continúe de esa manera”, señaló.
Irán adoptó una postura que llama “neutralidad activa” sobre la guerra. Define esa política como mantenerse lo más lejos posible del conflicto pero realizando esfuerzos diplomáticos para detenerlo.