Moscú (EFE).- Miles de iraquíes cooperan para esconder en camiones armas de destrucción masiva, entre ellas veneno suficiente para matar a un millón de personas, dijo el subsecretario norteamericano de Defensa, Paul Wolfowitz, en declaraciones que publica hoy el periódico ruso "Izvestia."
En una entrevista concedida a "Izvestia", Wolfowitz vinculó el desarme de Iraq a la "lucha contra el terror" y señaló que Estados Unidos dispone de "pruebas convincentes" de que Bagdad dispone de armas de destrucción masiva, químicas y biológicas.
Según Wolfowitz, miles de militares y agentes iraquíes participan en un plan para esconder este armamento y los laboratorios portátiles para su producción, que son instalados en grandes camiones que cambian de lugar continuamente y son ocultados en garajes de todo el país.
Al parecer, estos miles de oficiales de la seguridad iraquí se encuentran al mando de Qusay Husein, hijo del presidente de Iraq, Sadam Husein, quien ha diseñado personalmente ese plan de ocultamiento.
"La producción de dispositivos móviles para crear armas biológicas se debe a la necesidad de ocultar tales laboratorios" ambulantes, dijo Wolfowitz.
El subsecretario norteamericano de Defensa explicó que a pesar de doce años de inspecciones, sanciones y medidas militares, Sadam Husein ha logrado conservar ingentes cantidades de armas químicas y biológicas y continúa la investigación sobre bombas nucleares.
Wolfowitz explicó a "Izvestia" que ya en 1997 Iraq reconoció la producción en sus fábricas de nueve litros del veneno llamado ricina, cantidad que es capaz de acabar con la vida de un millón de personas, según el subsecretario.
Bagdad también reconoció la posesión de 19.000 litros de caldo de cultivo de toxinas del botulismo y 8.500 litros de ántrax, dijo el subsecretario.
Explicó que los inspectores de armas de la ONU desplazados a Iraq han advertido de que no han detectado depósitos donde se puedan guardar cantidades considerables de esas sustancias químicas y biológicas, pero eso no significa que estas armas no puedan ser escondidas en pequeñas partidas.
Wolfowitz señaló que su gobierno obtuvo las informaciones sobre la distribución en camiones de esas sustancias y sus dispositivos de producción de los testimonios de varios desertores iraquíes.
Esta podría ser una de las revelaciones que el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, podría dar a conocer en la sesión especial del Consejo de Seguridad de la ONU que se celebrará el próximo día 5.
El presidente de EEUU, George W.Bush, ha señalado que Washington suministrará en esa sesión pruebas hasta ahora secretas que demuestran que Iraq posee armas de destrucción masiva y la existencia de vínculos entre Bagdad y el terrorismo internacional.