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NUEVA YORK, EU.- El embajador de Iraq ante la ONU dijo ayer que pedirá la palabra ante el Consejo de Seguridad luego de que el secretario de Estado norteamericano Colin Powell presente pruebas sobre el programa de armas nucleares de Iraq y vincule a ese país con la red Al Qaeda y otros grupos terroristas.
El embajador Mohammed agregó que su gobierno descartó la posibilidad de enviar a un alto oficial iraquí para responder a Powell, por lo que presentará una petición formal hoy lunes al presidente del consejo, el embajador de Alemania ante la ONU, Gunter Pleuger, para hablar después de que Powell lo haga el miércoles. Alemania tiene la presidencia rotativa en febrero.
En los círculos diplomáticos circuló la hipótesis que el viceprimer ministro iraquí, Tariq Aziz, asistiría a representar a Iraq.
La reunión del Consejo de Seguridad el miércoles fue solicitada por Estados Unidos con el fin de presentar pruebas sobre el programa de armas de destrucción masiva de Iraq.
El gobierno de Bush espera que dicha información convenza a los miembros del consejo para que den luz verde a una acción militar contra Iraq. Washington insiste en derrocar al líder iraquí Saddam Hussein, pero no quiere precipitarse a un enfrentamiento bélico sin contar con el visto bueno del Consejo de Seguridad de la ONU, aunque de mantenerse la negativa no tendría inconveniente en proceder con un ataque.
No obstante, Powell tendrá dificultades lograr una rápida resolución de la ONU que le permita a su país acelerar el comienzo de la guerra. La semana pasada, 11 de los 15 miembros expresaron su deseo de que continuaran los trabajos de los inspectores de armas de la ONU en Iraq para resolver la crisis de forma diplomática.
Al-Douri manifestó que no espera que Estados Unidos presente “algo espectacular”. De todas formas, la ONU tiene que determinar si el representante iraquí podrá hablar ante el Consejo, aunque en la reunión del bloque el viernes, ninguno de los miembros objetó al respecto, incluido Estados Unidos.
“Ansioso por resolver”
Un importante funcionario iraquí afirmó ayer que Bagdad está “ansioso de resolver cualquier asunto pendiente” en la búsqueda de armas de destrucción masiva, pero no ofreció nuevas concesiones inmediatamente.
Estas declaraciones ocurren apenas días antes de que Iraq celebre una ronda crucial de conversaciones con los jefes de inspectores de armas de las Naciones Unidas.
Sin embargo, el mayor general Hossam Mohamed Amin señaló que, en las conversaciones del próximo sábado y domingo con Hans Blix, jefe de inspectores de armas de la ONU, y Mohamed ElBaradei, director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Iraq podría tener nuevas propuestas. “Haremos nuestro mejor esfuerzo para hacer que la visita de (Blix) sea un éxito”, dijo Amin a periodistas.
Iraq, que niega rotundamente tener armas prohibidas, está bajo presión para que haga concesiones y muestre avances en el proceso de inspecciones de la ONU y así impedir cualquier intento diplomático británico-estadounidense de justificar acciones militares contra Bagdad.
Blix y ElBaradei aceptaron una invitación iraquí para volver a Bagdad y celebrar una nueva ronda de conversaciones justo antes de presentar el 14 de febrero un importante informe ante el Consejo de Seguridad. Para ellos será la segunda ronda de conversaciones en Bagdad en tres semanas.
Los dos jefes de los inspectores dicen que esperan ver que Iraq muestre disposición de cooperar en dos asuntos urgentes: los vuelos de reconocimiento de la ONU sobre el país y la posibilidad de que el organismo internacional entreviste en privado a los científicos de armas.