AP
NUEVA YORK, EU.- Los jefes de los inspectores que buscan armas en Iraq emitieron ayer su informe sobre su tarea, y afirmaron que si bien las autoridades iraquíes les han dado pleno acceso a las instalaciones de su país, no han colaborado sustancialmente con el esfuerzo.
Las potencias del mundo se basarán en el informe, emitido ayer ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para decidir si ir a la guerra o no.
El jefe de los inspectores Hans Blix dijo que Iraq no ha aceptado genuinamente la resolución de las Naciones Unidas para que deponga sus armas de destrucción masiva.
Mientras, su contraparte de la agencia nuclear de la ONU dijo que no había evidencias que Iraq haya reanudado su programa atómico pero que, en cualquier caso, los inspectores necesitaban “unos meses” para completar su labor.
La Casa Blanca dijo que los iraquíes no habían cooperado lo suficiente y reiteró sus afirmaciones de que “a Bagdad se le acaba el tiempo”.
“Cuando la gente quiere más tiempo y lo reciben, lo emplean en dar rodeos. Iraq está dando vueltas con los inspectores”, dijo el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
El embajador de Iraq, Mohammed al-Douri, dijo por su parte que “le abrimos todas las puertas al señor Blix y a su equipo. Si hay algo, él lo encontrará. No hemos escondido informe alguno. Tienen que leer cuidadosamente este informe”.
Sin embargo, Blix dijo que “Iraq al parecer no ha llegado a una aceptación genuina, ni siquiera hoy, del desarme que se ha pedido de ella”, al presentar su informe sobre los 60 días de inspecciones que se han realizado en esa nación.
Al hablar sobre el tiempo que necesitan los inspectores para llevar a cabo su trabajo, Blix dijo compartir la idea sobre el carácter “de urgencia” de lograr el desarme de Iraq dentro de “un período razonable de tiempo”. Por su parte, el director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed ElBaradei, dijo que no se les debe imponer plazos a sus inspectores.
“Hasta la fecha no hemos encontrado evidencias de que Iraq haya revivido su programa nuclear desde que lo eliminó en la década de 1990. Sin embargo, nuestro trabajo avanza continuamente y debe de permitírsele seguir su curso natural”, dijo ElBaradei.
“Con nuestro sistema de verificación ahora en marcha, descontando circunstancias extraordinarias y contando con una cooperación continua por parte de Iraq, podremos demostrar dentro de los siguientes meses que Iraq no tiene un programa de armas nucleares”, indicó.
“Estos meses serán una invaluable inversión para la paz, debido a que podrían ayudar a evitar una guerra”, dijo ElBaradei.
Blix destacó que la declaración oficial iraquí sobre su arsenal, de 12,000 páginas, casi no tenía más que material viejo previamente proporcionado a los inspectores. Una excepción fue un documento de la fuerza aérea que señalaba que Iraq no pudo aclarar el destino de unos 6,000 cohetes para el transporte de armas químicas.
“El descubrimiento de los cohetes señala que Iraq debe realizar un mejor esfuerzo para demostrar que su declaración es exacta en la actualidad”, dijo.
Blix dijo que los inspectores han descubierto también rastros de compuestos necesarios para la elaboración del venenoso gas mostaza en revisiones recientes.
“Lamentablemente, la declaración de 12,000 páginas, que en su mayor parte es una reimpresión de documentos anteriores, no parece contener evidencias nuevas que eliminarían las dudas ni las reducirían en número”, dijo.