México, DF.- La actriz Irma Serrano confirmó que tiene la intención de vender el legendario teatro Fru Fru, con la intención de repartir el dinero que obtenga entre los indígenas chiapanecos.
Sin embargo, antes desea montar algún espectáculo, con el que pueda despedirse de uno de sus tesoros más preciados.
“Alrededor de tres millones de dólares es lo que destinaría para mis indígenas, repartido entre hospitales y escuelas, porque de verdad que da tristeza ver las condiciones en las que viven”, señaló.
La mañana de ayer, Serrano ofreció una conferencia de prensa, en la que como acostumbra habló de todo: política, sexo, teatro, indígenas, soledad, intentos de asustarla, como el par de balazos que recibió en su casa el martes y de su frigidez, que nunca le ha causado problema.
En la reunión con los periodistas, “La Tigresa” departió tamales chiapanecos, que tanto le gustan. Para empezar la plática, señaló que el bajo porcentaje que obtuvo en las pasadas elecciones, que aspiraba a jefa delegacional en Cuauhtémoc, por el Partido Alianza Social (PAS), fue porque “sólo me utilizaron, porque un día antes me di cuenta de que no había ninguna persona de mi equipo capacitada para supervisar las casillas. De hecho, creo que vilmente vendieron mis votos”.
Debido a que la actriz Hilda Aguirre, quien compitió por el cargo de diputada federal en el Distrito 21 por Convergencia, declaró que Serrano dice puras “pend....” la chiapaneca dio su punto de vista. “Tal vez (diga pende...), pero he hecho más en la vida que ella. La mayoría de ustedes no sabrán ni quién es Hilda Aguirre, sin embargo sí saben quién es Irma Serrano. ¡Pobre Hilda, qué te pasa mamacita, no envejezcas feo!”, enfatizó.
La atacan por darle un susto
Irma se refirió a un ataque que recibió en su casa, ubicada en justo en Paseo de La Reforma, en el poniente de esta ciudad. “Antenoche (el martes) echaron balazos al ventanal de mi casa que da precisamente a Paseo de la Reforma. No tengo ni idea de quién haya sido, lo único que sé es que me quisieron asustar y pues no lo lograron”, dijo.
La ex senadora dijo que no sospecha de alguien en particular por este ataque. “Tal vez quisieron darme un susto porque matar a una persona ahora es muy fácil, y nada más fue como quien dice: un estate quieta. No sé de quién se trate, pero lo voy averiguar, hay mucha gente que me odia, pero también hay mucha gente que me quiere y siempre me llegan los pitazos”, afirmó.
Por el momento no ha hecho denuncia alguna por falta de tiempo, sin embargo, piensa hacerlo.
“Ya mandé a quitar los vidrios porque no puedo dormir con el frío”, agregó, “esta es la segunda ocasión que lo hacen, también (fue en tiempos electorales) cuando jugué en Chiapas tuve esa misma agresión”.