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TOLUCA, Méx.- El proceso electoral en el estado de México transcurrió ayer con denuncias de irregularidades en al menos 40 de los 124 municipios. Pese a la cantidad, éstas resultaron menores.
Compra del voto, inducción del mismo, entrega de despensas y materiales para la construcción, así como rumores para desacreditar a los contendientes fueron el común denominador. También lo fue la indiferencia y el abstencionismo. Por la noche, el procurador general de Justicia del Estado, Alfonso Navarrete Prida, informó que la dependencia a su cargo recibió sólo 35 denuncias formales. El caso más serio, dijo, se presentó en el municipio de San Salvador Atenco, donde desde temprana hora se registró la destrucción de casillas y el robo de material electoral.
Violencia, agresión verbal y destrucción de casillas se hicieron presentes desde temprana hora en San Salvador Atenco. Minutos después de las ocho de la mañana, integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, encabezados por Ignacio del Valle y respaldados por organizaciones sociales como el CGH (Consejo General de Huelga de la UNAM) y el FPFV (Frente Popular Francisco Villa), recorrieron las calles de la población para destruir y robar material electoral en 21 de las 36 casillas que se tenía contemplado instalar. Durante la trifulca, un miembro del Frente del Pueblo resultó descalabrado. Tales acciones provocaron enorme confusión respecto de la suspensión o no de la jornada electoral. Empero, el Instituto Estatal Electoral del Estado de México (IEEM), aclaró que carecía de atribuciones para suspender comicios y que en todo caso la determinación de convocar a nuevas elecciones se hará en función al porcentaje de casillas instalado.
El ambiente en la población de San Salvador alcanzó niveles de tensión elevados, luego de que militantes priístas de la localidad reclamaron su derecho a votar. En Toluca, el gobernador del estado de México, Arturo Montiel, calificó de “incidente menor” los disturbios en Atenco y aseguró que, en general, los comicios se desarrollaron en calma y sin incidente mayores.
Sin embargo, en más de 40 municipios del estado representantes de partidos y de casillas electorales denunciaron un sinfín de irregularidades, las más severas en Ecatepec, Tultitlán, Toluca, Chalco, Naucalpan, Tlacotepec, Otzoloapan, Chimalhuacán, Ixtapaluca, Almoloya del Río y Coacalco. El propio procurador mexiquense, Alfonso Navarrete Prida, comentó los casos de los municipios de Nezahualcóyotl, Luvianos y Huixquilucan, en donde se reportó violencia horas antes de los comicios.
En el caso de Huixquilucan, el procurador indicó que la noche del sábado la dependencia a su cargo desarticuló una intentona en contra de las oficinas electorales ubicadas en la cabecera municipal. Mientras que en el municipio de Luvianos, agregó Navarrete Prida, se registró un tiroteo con armas de fuego en donde hubo muertos, aunque al parecer en este caso se trató de un conflicto entre familias. En el municipio de Nezahualcóyotl, la madrugada del domingo dos policías que vigilaban la oficina de la junta distrital fueron baleados. Las autoridades señalaron, no obstante, que el crimen no tuvo relación con la jornada electoral. El propio gobernador Arturo Montiel aseguró que la Procuraduría se encargará de investigar el homicidio, mas sostuvo que no tuvo nada que ver con las elecciones.
En al menos 30 municipios del estado se denunció la presencia de la llamada “marea roja” o de los “camisas rojas”, brigadas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que se apostaron en las casillas de los municipios para presionar al electorado de votar por el PRI o desalentar el sufragio. Asimismo, los “cazamapaches” del Partido Acción Nacional (PAN) también fueron denunciados de querer inducir el voto del electorado.