El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Posible desvío de recursos económicos en el Hospital General del Instituto de Seguridad al Servicio de los Trabajadores (ISSSTE) “Dr. Francisco Galindo Chávez”, se puso al descubierto a través de una serie de facturas apócrifas que difieren mucho de los gastos originales. Autoridades delegacionales podrían estar involucradas.
Aunado al pésimo servicio que se otorga en dicha institución y la larga lista de deficiencias que afectan a miles de derechohabientes, se suma esta irregularidad en la que se señala como responsable al director, doctor Edmundo Gurza Jaidar, además de otros funcionarios, según se asienta en la denuncia interpuesta a nivel central desde el pasado mes de mayo.
En el legajo se incluyen varias facturas con diferente razón social en donde se repite hasta en tres ocasiones el mismo número de folio, pero con diferentes adquisiciones y en consecuencia, distintas erogaciones.
Además se tiene un documento emitido por el Órgano Interno de Control del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Área de Quejas, firmado por el titular de la misma, licenciado Víctor Octavio Gómez Cerecedo, en el que ordena al contador público Rogelio Ibarra Sánchez, responsable de la misma oficina pero a nivel delegacional en Coahuila, le dé trámite a la denuncia. Esto con fecha 15 de julio de 2003, pero hasta el momento no ha habido respuesta.
Dicho oficio OIC/AQ/QM/00/637, número de folio 9306 del presente año, señala en uno de sus párrafos que se interpuso “formal denuncia en contra del director, doctor Edmundo Gurza Jaidar y otros servidores públicos adscritos a ese nosocomio en mención, por presuntas irregularidades administrativas consistentes en llevar a cabo desviaciones de recursos económicos, cobros no manifestados, compras no justificadas y manejo de notas y facturas aparentemente apócrifas”.
Se indica además que las constancias que enviara a México Ibarra Sánchez con fecha seis de junio del año en curso, “no guardan relación alguna con los enunciados en el expediente administrativo QU-007/2003, me permito enviar a ese Órgano Interno de Control Delegacional a su cargo, el acta de comparecencia y demás constancias a efecto de que por su conducto sean investigadas las acciones que en la misma se especifican”.
Pese a lo anterior, Raúl Ibarra Sánchez no ha dado respuesta a dicho oficio, dejando así pasar el tiempo y que con ello los denunciantes se cansen y desistan de su intención de poner al descubierto el posible fraude que se registra en el Hospital General del ISSSTE en esta ciudad.
Falsas facturas
Entre las facturas presumiblemente apócrifas, destacan varias cuya razón social es Pinturas Mayfer, Ferretodo, Trabajos de Plomería en General, Pinturas Osel y una muy particular de Servicios Integrales de Mantenimiento.
En las notas del primer establecimiento en mención, ubicado en calzada Cuauhtémoc No. 444-C, se encuentran acreditadas distintas compras cuyos gastos difieren entre sí de una a otra, aunque el número de folio corresponda al mismo.
Ejemplo de lo anterior es la factura No. 3124, con fecha seis de junio de 2002, cuyo monto asciende a 106 pesos y está a nombre de Benigno Mesta Villegas. En el duplicado, a nombre del Hospital del ISSSTE, con fecha octubre 24 de 2002, las compras son por seis mil 272 pesos con 28 centavos. Además se tiene otra factura en blanco, ¡con el mismo número de folio!
En otro original de Pinturas Mayfer, expedida el cuatro de junio del año anterior a nombre de Norma C. Villarreal Morales, se asientan compras por 55 pesos y 55 centavos, pero en la apócrifa (con No. 3114) y de fecha noviembre cuatro del mismo año, las ventas señaladas son por ocho mil 918 pesos con 27 centavos.
En otra nota, supuestamente expedida por Ferretodo en enero 23 del año en curso, las compras fueron por siete mil pesos exactos y uno de los productos corresponde a un fluxómetro de pedal, que de acuerdo a los expertos es para un aparato médico. Dicha cantidad presumiblemente sirvió para organizar el festejo del Día de la Enfermera.
La que en definitiva no se midió, corresponde a Servicios Integrales de Mantenimiento, con domicilio en Cádiz No. 43 de la colonia Torreón Residencial y cuyo propietario es Jorge Radamés Ribe Guajardo, se hace un gasto por 73 mil 370 pesos, por concepto de servicio de limpieza, retiro de obstrucciones, desazolve y desodorización a todos los registros, canales y resumideros de drenaje dentro del edificio del ISSSTE. Además de que se hizo el pago respectivo, nunca se realizaron dichas labores.
Esa factura se expidió el 17 de junio de 2002 y fue recibida al siguiente mes en el área administrativa del hospital, pero en la vigencia del documento expiró el 18 de abril de ese mismo año.
La evidencia hace suponer que además de los directivos del hospital en esta ciudad, las autoridades delegacionales encabezadas por el doctor Andrés Barba Barba, pudieran estar involucradas.
Compromisos
Hasta el momento, el alcalde, José Guillermo Anaya Llamas, no ha manifestado su opinión por el pésimo servicio médico que otorga el ISSSTE a los cientos de empleados municipales, por un presumible acuerdo de no agresión entre el Edil y el director del nosocomio.
Prueba de ello pueden ser los favores que Gurza Jaidar hizo al Presidente Municipal durante su campaña y que ahora éste paga al dar trabajo a su hermano Luis y su primo José Luis Ortuño Gurza.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
Quejas numerosas
A diario decenas de derechohabientes del ISSSTE manifiestan sus quejas por el pésimo servicio médico, mal trato de médicos, enfermeras y asistentes, así como carencia de medicamentos, diferimiento de citas y estudios y en fin, una interminable lista de irregularidades.
Por mencionar algunos casos está el de Pablo Arguijo Rodríguez, agente de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) comisionado a la ergástula donde está como alcaide interino, quien dijo que ha optado mejor por acudir con un médico privado aunque en ello se le vaya el raquítico salario que percibe y que asciende a tres mil 400 pesos mensuales.
Con esposa y cuatro hijos, Pablo dijo que recientemente tuvo que hacer una fuerte erogación, ya que no fue atendido (para variar) en el ISSSTE y pagó 300 pesos por dos ultrasonidos, 160 pesos por una radiografía de tórax además de 350 pesos para medicamentos.
Hace un año, recordó, se fracturó un pie y permaneció por espacio de dos horas sin que nadie lo atendiera en el área de Urgencias.
René de Santiago Castruita, elemento preventivo comisionado como celador en la cárcel municipal, coincidió con su compañero, al decir que él tiene mucho tiempo que no acude a solicitar servicios al nosocomio, pues al cabo “no nos atienden bien”.
Declaraciones de empleados de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) no difieren en mucho de las anteriores, así como de profesores, trabajadores electricistas, de la Comisión Nacional del Agua (CNA) y tantas dependencias adheridas al ISSSTE.