30 octubre 2003
Washington, (EFE).- Un revólver de juguete calibre .38, parte de un disfraz de Halloween (Día de brujas), puso en jaque durante dos horas a la policía del Congreso de EU, que cerró un edificio del Legislativo hasta aclarar el incidente.
El jefe de la policía del Congreso, Terrance Gainer, dio por terminada la intensa búsqueda de dos "intrusos" en el edificio Cannon de la Cámara de Representantes, quienes en realidad eran dos empleados, cuando se determinó que el arma que portaban era de juguete.
En una confusa y cambiante cadena de sucesos, la policía inicialmente dijo que un hombre y una mujer de raza blanca entraron por la parte sudeste del edificio, burlando la seguridad en un puesto de control del inmueble.
Inmediatamente, la policía ordenó el cierre del edificio y de los túneles que conectan a los edificios del Congreso y equipos de respuesta rápida iniciaron una minuciosa búsqueda, sala por sala, de los supuestos intrusos.
La policía, que desde los atentados de 2001 ha incrementado la seguridad en la zona, registró a todo transeúnte que pasaba por el edificio Cannon, uno de los tres inmuebles de la cámara baja.
La oficina del representante Mario Díaz-Balart, republicano por Florida, dijo que "nos notificaron de que el arma era de juguete y ya ha pasado el susto".
Aunque el incidente -ocurrido poco después del almuerzo, no afectó las actividades del Capitolio, sí logró paralizar brevemente las funciones de la Cámara de Representantes.
En rueda de prensa, Gainer explicó que, tras examinar los vídeos de seguridad, lograron determinar que el arma de juguete era parte de un disfraz de Halloween de uno de los dos empleados, cuyos nombres no se han divulgado. Gainer dijo que se trató de una "serie de circunstancias inusuales", pero agregó que es probable que no se presenten cargos porque fue una acción "inocente".
"No creo que los dos empleados hayan tenido mala intención", dijo Gainer, al responder a la avalancha de preguntas de los periodistas sobre el incidente en el edificio Cannon, que pronto se convirtió en el hazme reír de los vecinos.
Agregó que los dos empleados "lamentan mucho todo esto", a la vez que defendió las acciones del personal de seguridad, porque actuaron "dentro de las normas" establecidas.
Gainer dijo que inicialmente "no se podía determinar en los rayos X si el arma era de plástico o real", y defendió los procedimientos de la policía del Congreso, porque es algo que haría "cualquier departamento de policía en un edificio".
Según Gainer, todo comenzó cuando los empleados colocaron un bolso en la máquina de rayos X y, momentos después, la pantalla del aparato captó la imagen de lo que en principio se creyó era un revólver.
De comienzo a fin, la confusa situación que duró aproximadamente dos horas dio pie a toda una serie de conjeturas y rumores, incluyendo que un hombre portaba un revólver en una mochila y estaba acompañado por una misteriosa mujer.
Jessica Gissubel, portavoz de la Policía del Congreso, había dicho inicialmente que las autoridades buscaban a un hombre que andaba suelto en el edificio y, según las máquinas de rayos X, portaba lo que se creía era un revólver.
Una mujer, de unos 1,71 centímetros, de 20 a 25 años y de pelo castaño, también fue vista junto al hombre.
La conmoción creada en el Capitolio recuerda las imágenes de octubre de 2001, cuando el envío de cartas con esporas de ántrax a varios oficinas de los legisladores causó el cierre de los edificios.
Un incidente similar al de hoy, pero en el que dos agentes de seguridad resultaron muertos, ocurrió el 24 de julio de 1998, cuando un enfermo mental irrumpió en el Capitolio arma en mano. Russell Weston aguarda aún juicio por ese incidente.
La situación ahora ha vuelto a la normalidad, pero forzó a las autoridades policiales a evaluar paso a paso la respuesta a la falsa alarma, suscitada por un disfraz de Halloween en vísperas de una de las fiestas más coloridas de Estados Unidos.