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Jerusalén.- Israel eliminó toda mención a la creación de Estado palestino “independiente”, en respuesta al plan de paz propuesto por El Cuarteto -Estados Unidos, Unión Europea (UE), Naciones Unidas y Rusia-, reveló ayer la prensa israelí.
Israel sustituyó el término de Estado palestino “independiente” y señaló que sólo aceptará que los palestinos de Gaza y Cisjordania cuenten con “ciertos atributos de soberanía”, según publicó ayer el sitio web del diario israelí “Ha’aretz”.
La acción del nuevo gobierno israelí del primer ministro israelí Ariel Sharon, es considerada un claro rechazo al plan de paz presentado por el Cuarteto, que pugna por la creación de un Estado palestino independiente para el año 2005.
La decisión de Israel siguió al anuncio que el pasado viernes realizó el presidente estadounidense George W. Bush, en el sentido de que adelantará los plazos del plan elaborado por el Cuarteto.
El anuncio de Bush, quien se halla presionado por sus aliados y el mundo árabe, y que tiene los ojos puestos en un probable desenlace bélico en Iraq, tiene dos condicionantes importantes que tanto palestinos como israelíes deberán considerar.
En primer lugar, el presidente estadounidense anunció que la iniciativa de paz comenzará a aplicarse en cuanto se consoliden los poderes de quien será el primer ministro palestino, Mohammed Abbas o Abu Mazen, lo que podría tener lugar mañana lunes.
Sin embargo, un obstáculo para que Bush proceda a aplicar el plan de paz es que el presidente palestino Yasser Arafat, continúa teniendo la última palabra en lo que se refiere a las negociaciones políticas con los israelíes.
Bush ha exigido, como condición para poner en marcha el plan de paz, que el nuevo primer ministro palestino -Abu Mazen- tenga un “poder real” en el seno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), desplazando a Afarat.
Otra de las cuestiones claves para la aplicación de la iniciativa -que impone compromisos mutuos a israelíes y palestinos- es que Israel cese la actividad de construcción de asentamientos judíos en Cisjordania y Gaza.
La iniciativa también demanda a la parte israelí así el repliegue militar de Gaza y Cisjordania.
Por su parte, el ejecutivo de Sharon que ha propuesto más de 100 observaciones a ese plan, ha rechazado ya de manera sistemática renunciar al llamado “crecimiento natural de la población” en los asentamientos.
Esto significa no sólo una rotunda negativa a evacuar la mayor parte de las colonias judías en los territorios palestinos, sino también la amenaza de continuar con la expansión de los mismas.
Asimismo, el nuevo canciller israelí, Silván Shalom, ya advirtió que no tiene intenciones de entrevistarse con el futuro primer ministro palestino, lo que significa que existen pocas posibilidades de reanudar el diálogo bilateral y llegar a acuerdos.
Con todo, el principal obstáculo israelí al plan es el total rechazo a cualquier atisbo de independencia de sus vecinos palestinos.
Dicho punto de partida dificultará en gran medida el implementar la iniciativa de Bush, que al mismo tiempo insta a los palestinos a cesar el alzamiento o “Intifada”, así como a controlar las acciones y atentados anti-israelíes.