Agencias
LOS ÁNGELES, EU.- El director de cine James Cameron ha respondido una vez más a la llamada del Titanic, cuya tragedia naval la convirtió con sus cámaras en el filme más taquillero de la historia, al realizar un nuevo documental tridimensional, Ghost of the Abyss.
Se trata de uno “más difícil todavía”, en el que Cameron se sumerge en las profundidades del océano donde reposa este mítico trasatlántico para mostrar la última morada del Titanic a todos aquellos a los que logró cautivar hace seis años con la película del mismo título.
Fueron muchos los enamorados de este momento de la historia, a juzgar por los 1,800 millones de dólares conseguidos por el filme de Cameron o las 11 estatuillas logradas en la entrega de los Oscar de 1997.
Sin embargo, como recuerda ahora este director -creador de películas de ficción como Terminator, Aliens, The Abyss o True Lies- “era necesario que volviera al Titanic” para mostrar al público todo lo que vio la primera vez que visitó los restos del barco.
Ese momento tuvo lugar en 1995 y las imágenes que pudo captar desde su sumergible las incorporó en el exitoso largometraje, pero Cameron aún quería algo más.
“Quieres estar allí, quieres vivirlo de cerca. Sólo así puedes darte cuenta de la grandiosidad de este navío”, afirma el realizador.
Este deseo es el que ha querido plasmar en Ghost of the Abyss, su primera incursión en el género documental y su primer intento de utilización de técnicas tridimensionales que faciliten una mayor proximidad del espectador a estos restos hundidos desde hace más de 90 años.
Para ello Cameron ha regresado al lugar donde el Titanic encontró su última morada precisamente el 14 de abril de 1912, en esta ocasión no sólo ayudado por un sumergible con el que se puede visitar esas profundidades del Atlántico, sino con un equipo humano y técnico adecuado para la tarea.
Bill Paxton, parte del reparto del Titanic, se unió a esta expedición científica para hacer la narración de este documental mientras que un equipo de potentes focos -llamados Medusa- iluminaron la zona y dos cámaras digitales -apodadas Jake y Elwood en honor de los Blues Brothers- manejadas por control remoto se abrían paso entre los restos.
Con este equipo, Cameron muestra al espectador restos aún intactos en el navío, como el camarote de Molly Brown, uno de los pasajeros de este barco, donde se puede apreciar la palangana colocada junto a la cama como lo estaba el día del hundimiento.
Más espectral aún es la visión de algunas de esas vidrieras que hicieron del transatlántico el más lujoso jamás construido y que aún siguen en su sitio, más de 90 anos después de su hundimiento, reflejando tan sólo la oscuridad del océano para admiración de medusas y peces.
Ghost of the Abyss también es para Cameron un legado histórico, el último testimonio visual de unas ruinas que, de acuerdo con los científicos, cederán para siempre a la presión del océano en la próxima década y a lo largo de este siglo desaparecerán para ser una parte más del fondo marino.
Un testimonio al que Cameron no ha podido resistir añadirle detalles de su propia cosecha, incluyendo fantasmagóricas imágenes superpuestas de lo que hubiera sido la vida en ese barco condenado.
Para ello, el realizador ha vuelto a visitar su propia película, utilizando algunos de los fotogramas de Titanic, además de reconstruir con el mismo estilo nuevas escenas perfectamente superpuestas en lo que ahora no son más que restos hundidos.
Un espectáculo que Cameron ha estrenado en las grandes pantallas de IMAX capacitadas para la proyección tridimensional, aunque su deseo es mostrar este documento histórico en cines normales o incluso, en el futuro, como complemento a la edición en DVD de Titanic.
“De todos modos, animaría a los realizadores a contar de forma tridimensional sus historias dramáticas, documentales o de ficción. Al fin y al cabo, es nuestra forma de ver las cosas”, subrayó el realizador.
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Se niega mujer a ver cinta
Milvina Dean, una de tres supervivientes del naufragio del Titanic que aún siguen con vida, se niega a ver el documental del director estadounidense James Cameron, que se estrena esta semana con motivo del 91 aniversario de la catástrofe.
Dean, una anciana de 91 años que vive en el sur de Inglaterra, cree que las imágenes de la cinta Ghosts of the Abyss (Fantasmas del abismo") serían demasiado perturbadoras, según sus declaraciones al periódico The Guardian.
"No me importa hablar del tema, pero ese filme no lo quiero ver", dijo al diario. Hoy se cumplen 91 años del naufragio del Titanic en las heladas aguas del Atlántico Norte, un accidente que en 1912 costó la vida a mil 503 personas.
Entre los 705 supervivientes, sólo tres están aún vivos, entre ellos esta anciana, que se libró de la muerte cuando apenas tenía nueve semanas de vida.
El documental, realizado con cámaras operadas por control remoto, muestra con detalle los restos del naufragio, y será proyectado en tres dimensiones en cines Imax de Londres y Birmingham (centro del país).