México, DF.- El estadounidense James Dean, quien con las cintas Rebelde sin Causa, Al Este del Paraíso y Gigante, se consagró como uno de los mejores actores de los Estados Unidos en la década de los cincuenta, nació el ocho de febrero de 1931 y murió en un accidente automovilístico el 30 de septiembre de 1955.
Vino al mundo en Marion, Indiana. Sus padres fueron Mildred Winslow y Winton Dean, su madre murió cuando Jimmy, como le decían cariñosamente sus amigos, tenía 9 años y el padre lo mandó a la granja de sus tíos en Fairmount, para que se hicieran cargo de él.
En esa granja pasa toda su infancia. Siempre le gustó practicar todos los deportes y a pesar de su miopía se destacó en varios, como en el basquetbol y el beisbol.
También amaba el teatro y comenzó a estudiarlo desde muy chico. Antes de salir de su pueblo ya había representado varias obras. Cursó sus estudios en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA).
En una de las presentaciones que se hizo en la UCLA, donde representó el papel de Macbeth, obtuvo el papel de Malcom. Muy pronto se mudó a New York para estudiar en el Actor’s Studio, una de las academias de actuación más prestigiadas a nivel mundial.
Después de golpear varias puertas en las agencias de contrataciones de actores, le ofrecieron un papel en See the Jaguar, donde interpretaba a un adolescente que había estado encerrado en una jaula la mayor parte de su vida. Esta obra fue representada en 1952.
Hizo varias apariciones en televisión que no trascendieron. Más tarde, en 1953, le dieron otro papel en Broadway, The Immoralist, que tuvo mucha repercusión en la crítica.
En 1954, Elia Kazán, director de Un tranvía llamado Deseo, interpretado por Marlon Brando, tenía pensado rodar la película Al Este del Paraíso.
Para el papel principal de Cal Trask pensó en Jimmy y lo mandó llamar. Este sería el comienzo de una leyenda.
El director pensó en él por la similitud con el personaje. Introvertido, tosco, melancólico y apasionado. Durante su estadía en Hollywood, Jimmy sale con muchas mujeres, pero el amor de su vida fue la actriz Pier Angeli, a quien conoce mientras filma Al Este del Paraíso.
Cuando trabajaba en Gigante, James se compró un auto Porsche Spyder, al que bautizó “The little bastard”. Días antes de su muerte filma una publicidad en la que le habla a los jóvenes para que manejen con precaución.
Tan pronto como termina de hacer Gigante va a competir en una carrera de autos que se realizó en Salinas, California. La noche anterior le deja su gato a Liz Taylor para que lo cuide, ya que temía que algo le pudiera pasar.
En el Porsche viajan Jimmy y Rolf su mecánico. Mientras circulaba por la carretera a una velocidad moderada, en un cruce hacia él se acerca un Ford a gran velocidad manejado por un estudiante llamado Donald. James trató de esquivarlo, pero no pudo, pues se incrustó debajo del auto y perdió la vida inmediatamente. El conductor del otro vehículo y su mecánico se salvaron. Quizás Jimmy siempre vivió alocadamente y buscando la muerte como decían quienes lo conocían, pero no en ese momento.
en el que él manejaba con prudencia. Sus últimas palabras declaró meses después su mecánico, fueron: “Ese Chico Tiene que Vernos”.