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Jaque mate/Carrera 2006

Sergio Sarmiento

“Se hace campaña en poesía.

Pero se gobierna en prosa”.

Mario Cuomo

El pasado dos de enero publiqué en estas páginas un artículo en el que señalé que si alguna empresa realizara una encuesta para saber quién sería hoy el ganador en una elección presidencial, “el ganador sería probablemente (Andrés Manuel) López Obrador”. Pues bien, la primera encuesta que conozco que ha hecho específicamente esta pregunta ratifica que López Obrador está ya adelante en las preferencias de los mexicanos para ser el próximo presidente de la República.

Según un sondeo realizado por TV Azteca el pasado seis de enero, el 34 por ciento de los encuestados votaría por el perredista López Obrador en una elección a la presidencia, mientras que el 24 por ciento lo haría por el panista Santiago Creel y el 15 por ciento por el priista Roberto Madrazo. Un 15 por ciento de los encuestados responde que no sufragaría por ninguno de ellos, mientras que el 13 por ciento dice no saber o no contesta.

López Obrador, Creel y Madrazo son, a su vez, los tres presidenciables que más popularidad registran en sus propios partidos. Otros posibles, como Felipe Calderón y Carlos Medina Plascencia entre los panistas, Manuel Bartlett o Manuel Ángel Núñez entre los priistas, Rosario Robles, Lázaro Cárdenas Batel, Ricardo Monreal y Cuauhtémoc Cárdenas entre los perredistas, apenas pintan en esta encuesta.

Si se pregunta a la gente por el partido en lugar del candidato, los resultados son muy diferentes. Hay un empate en 25 por ciento entre el PAN y el PRD, mientras que sólo el 14 por ciento señala su preferencia por el PRI. Un 14 por ciento adicional afirma que su voto dependerá del candidato, seis por ciento dice que no votará por ninguno y el 15 por ciento señala no saber o no contesta.

Esta encuesta, cabe señalar, es telefónica y alcanza nada más a las principales zonas urbanas del país. Lo anterior significa que tiende a subvalorar al PRI, partido que cuenta con una mayor fuerza en las zonas rurales a través de sus organismos corporativos, como la CNC. Esto no le quita valor, sin embargo, a la delantera de López Obrador y a la fortaleza del PRD, partido que ha tenido una recuperación dramática desde su desastre electoral del dos de julio del 2000.

Mucho se ha dicho que Andrés Manuel es un personaje cuya popularidad se limita exclusivamente a la capital federal. Pero eso claramente ya no es cierto. La desmedida cobertura que los medios nacionales hacen de la vida política interna del Distrito Federal -en que todos tienen su sede- le da una proyección nacional a un personaje como Andrés Manuel, que a través de su conferencia de prensa diaria y de sus programas de asistencia -especialmente el que beneficia a las personas de la tercera edad, que es el que más ha llamado la atención-, se ha convertido en un personaje familiar en todo el país. En contraste, otros gobernadores que aspiran a la Presidencia, como Manuel Ángel Núñez de Hidalgo, Tomás Yarrington de Tamaulipas o Ricardo Monreal de Zacatecas, rara vez tienen presencia en los medios nacionales.

Esta misma encuesta revela que la popularidad personal del presidente Fox sigue bastante alta a pesar de las críticas constantes que éste recibe en los medios escritos y en la radio. El 62 por ciento de los encuestados expresa su aprobación del Presidente contra el 27 por ciento que desaprueba. Un 11 por ciento no sabe o no contesta a esta pregunta. El Presidente ha logrado remontar 11 puntos porcentuales en esta encuesta desde el mes de julio del 2002, en que registraba un nivel de 51 por ciento, aunque dista del 85 por ciento que tuvo en febrero del 2001, cuando se encontraba en plena luna de miel con los mexicanos. La popularidad del Presidente no se ha reflejado hasta ahora en un beneficio directo para el PAN; pero lo hará sin duda, a menos de que el partido decida seguir al senador Javier Corral, aspirante panista al Gobierno de Chihuahua, en el camino de la confrontación directa con el mandatario.

La inseguridad sigue siendo, por mucho, el principal problema en la mente de los ciudadanos. Un 56 por ciento así lo señala, contra un 12 por ciento que apunta al desempleo y un seis por ciento a la pobreza. En este sentido López Obrador ha tomado una buena decisión al concentrar esfuerzos a últimas fechas en el problema de la delincuencia (ahí está su intento de aplicar un programa de cero tolerancia). Su decisión de ya no criticar públicamente a un Presidente que sigue siendo popular parece haberle redituado también.

Pésame

Víctima de una larga enfermedad falleció ayer Rocío Beltrán, esposa de Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno del Distrito Federal. Una pérdida como ésta es siempre terrible, aun cuando sea esperada. Le envío mi más sentido pésame a Andrés Manuel.

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