“Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería”.
Otto von Bismarck
Las elecciones de ayer, nueve de marzo, en el Estado de México tuvieron más o menos los resultados esperados. Las encuestas de salida revelan que el estado sigue estando profundamente dividido en zonas controladas por los tres principales partidos. El PRI, en alianza con el Partido Verde, probablemente terminará siendo el principal partido en el Congreso local, pero quedará lejos de la mayoría absoluta. El PAN perdió terreno, pero conservó la mayoría de los municipios que gobernaba. El partido que tuvo los mayores avances, sin embargo, fue sin duda el PRD.
Lo que resulta más inquietante es el renacimiento de prácticas cuestionables. La más importante fue la agresión fascistoide de la organización denominada Frente del Pueblo para la Defensa de la Tierra, encabezada por el activista Ignacio Valle, quien con el apoyo de grupos de choque de fuera del estado, como el Consejo General de Huelga de la UNAM, algunos estudiantes de la Escuela Normal del Mexe de Hidalgo, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Frente Cívico pro Defensa del Casino de la Selva, impidió la votación en varias casillas de San Salvador Atenco.
Se informó también de la presencia en distintos lugares del estado de un grupo de activistas del PRI, vestidos con distintivas -y ominosas- camisas rojas quienes, según declaraciones del propio presidente del PRI, el controvertido Isidro Pastor, tenían como propósito atajar a los “cazamapaches” que supuestamente había desplegado el PAN.
El representante del PRD ante el Instituto Electoral del Estado de México, Pablo Gómez, declaró que el gobernador Arturo Montiel había sido el “promotor de la elección más sucia de la historia de la entidad”. Pero lo curioso del caso es que los mayores avances del día parece haberlos logrado el PRD, como lo declaró ayer en la noche su presidenta nacional, Rosario Robles.
Según una encuesta de Consulta Mitofsky, la Alianza para Todos del PRI y el Partido Verde obtuvo el primer lugar en la contienda por el nuevo Congreso local al conseguir el 36 por ciento de los sufragios contra el 29 por ciento del PAN, el 26 por ciento del PRD y ocho por ciento de los partidos menores. En el año 2000 el PAN tuvo el primer lugar con el 39 por ciento de los votos, el PRI el segundo con el 32 por ciento y el PRD el tercero con el 20 por ciento. La mayoría relativa en el Congreso estatal, sin embargo, la perdió el PAN cuando 13 (de 29) diputados abandonaron el partido y se convirtieron en independientes.
Por municipios el reparto del poder se mantuvo en lo fundamental como estaba antes de las elecciones. En Naucalpan, Cuautitlán Izcalli y Tlalnepantla, el PAN parece haber logrado triunfos amplios. Incluso en Atizapán, municipio en que las encuestas previas revelaban una competencia muy reñida y en el que se pensaba que el encarcelamiento del ex presidente municipal, Antonio Domínguez, por el presunto homicidio de una regidora panista tendría consecuencias desastrosas para el PAN, el candidato panista tuvo una victoria contundente. En contraste en Ecatepec y Toluca, ambos gobernados hasta ahora por el PAN, se registraba un virtual empate en las encuestas de salida.
El PRI siguió dominando en las zonas rurales del Estado de México. Pero además conquistó, según las encuestas de salida, el municipio de Huixquilucan que se encontraba en manos del PAN. Al momento de escribir este artículo se encontraba además en la lucha por Ecatepec y Toluca.
El PRD conservó y aumentó su dominio en Nezahualcóyotl y Texcoco. Pero además ganó, aparentemente, el Valle de Chalco que se encontraba en manos del PRI. Lo más importante, sin embargo, fue su avance en las elecciones para el Congreso local.
A final de cuentas, todos los partidos obtuvieron algo. El PAN sigue siendo dominante en el norponiente de la ciudad de México y no perdió tanto terreno como algunos esperaban. El PRI es hoy nuevamente, después de la derrota del 2000, el partido con mayor número de diputados en el Congreso mexiquense, si bien en una alianza con el Partido Verde. Pero el PRD es claramente la organización que mayores avances obtuvo ayer.
Los festejos de los tres partidos, sin embargo, se ven opacados por la agresión del grupo encabezado por Ignacio Valle en San Salvador Atenco y por la movilización de los “camisas rojas” del PRI.
Alianza PRD-PAN
Rosario Robles afirmó ayer que el PRD y el PAN se aliarán, pese a todas sus diferencias políticas e ideológicas, en contra del PRI en el Congreso mexiquense. Juntos estos dos partidos anularían la mayoría que el PRI aparentemente ha obtenido en la elección del Estado de México.