“El hombre al que se le niega la oportunidad de tomar
decisiones de importancia empieza a considerar
importantes las decisiones que se le permite tomar.”
C. Norcote Parkinson
El PRI tiene 222 diputados federales contra 151 del PAN y 95 de PRD. En un Congreso de 500 diputados esto le da un poder incuestionable. Casi cualquier iniciativa requiere para su aprobación de la bendición de los priistas.
Sin embargo, para que los priistas puedan ejercer realmente el control sobre la Cámara de Diputados, y sobre el Congreso en general, es importante que se mantengan unidos. Y ante la creciente rebelión de los diputados de este partido frente al liderazgo de Elba Esther Gordillo, hay dudas crecientes acerca de si los priistas podrán aprovechar de manera constructiva su ventaja numérica en la Cámara de Diputados durante la actual legislatura.
Elba Esther logró un triunfo importante cuando derrotó a Manlio Fabio Beltrones en la lucha para obtener la coordinación de los diputados de su partido. En la votación del sábado 20 de julio Elba Esther consiguió 124 votos de sus compañeros diputados contra 92 de Manlio Fabio. Ese triunfo, sin embargo, ha demostrado ser una victoria pírrica, ya que Elba Esther no ha podido ejercer realmente el liderazgo de los diputados de su partido.
Esto resulta muy claro en la desgastante batalla que la maestra está llevando a cabo para lograr una Reforma Fiscal. Elba Esther se da cuenta de que, para funcionar, la Reforma Fiscal debe incluir un aumento en la recaudación del Impuesto al Valor Agregado. Pero no ha podido convencer a los diputados de su propio partido a aceptar ninguna propuesta constructiva en este sentido. Era evidente que Elba Esther no le podía pedir a sus diputados que votaran a favor de la aplicación de un IVA de diez por ciento a alimentos y medicinas, independientemente de que esta propuesta gubernamental pudiera resultar razonable, porque el partido había hecho campaña precisamente en contra de tal medida. Por ello rechazó de inmediato la propuesta del presidente Fox, aun cuando se puso a trabajar con su dos expertos fiscales, Francisco Suárez Dávila y Tomás Ruiz, en una serie de alternativas.
La primera idea que surgió de este grupo de trabajo habría implicado la aplicación de un IVA de cinco por ciento a medicinas y alimentos. Cuando la maestra se percató de que esta medida resultaba también inaceptable para la mayoría de los diputados del PRI, su gente ideó una nueva propuesta: aplicar un impuesto a la producción, importación y distribución de alimentos y medicinas que dejaba exenta solamente la venta final. Sin embargo, como los impuestos de la cadena se verían reflejados necesariamente en el precio final, esto constituía simplemente la aplicación de un IVA disfrazado a alimentos y medicinas. Por ello los diputados del PRI rechazaron también esta propuesta. Ahora el tiempo se está agotando. Quedan apenas tres semanas para que termine el actual período ordinario de sesiones del Congreso y todavía no queda clara cuál será la posición de los diputados del PRI. Elba Esther simplemente no ha podido unificar a los diputados del PRI en ninguna iniciativa. Si las cosas siguen así, ninguna propuesta constructiva tendrá el apoyo de todos los diputados del PRI. Cada uno votará por su lado y se perderá la oportunidad de hacer valer la presencia mayoritaria del partido en la Cámara de Diputados. La otra opción es que los priistas se unan solamente para rechazar cualquier propuesta que se presente. Pero el país pagará caro que el principal partido nacional empiece a decir a todo que no como antes lo hacía el PRD. La crisis del PRI tendrá sin duda repercusiones importantes en la vida nacional. México ha tenido una oportunidad crucial para llevar a cabo una Reforma Fiscal de fondo, que permita la construcción de un país más competitivo y más próspero.
La oportunidad, sin embargo, se está desmoronando con rapidez ante la falta de cultura fiscal y la cerrazón de los diputados del PRI. La rebelión de los priistas frente a Elba Esther parece sellar de manera definitiva el fracaso de la Reforma Fiscal. Lo peor de todo es que nuestro país seguirá perdiendo terreno en el campo económico ante otras naciones del mundo. Esto significa que tendremos menor actividad económica y menor creación de empleos. Los trabajadores mexicanos tendrán que seguir saliendo del país para buscar un nivel de vida digno.
Mercados
La Bolsa Mexicana baja aunque sube la de Nueva York. El peso se devalúa y se cotiza a 11.30 al mayoreo y 11.40 al menudeo. Los inversionistas se dan cuenta de que no habrá acuerdos legislativos para reformas sensatas. Si los políticos bloquean el desarrollo de México, ¿por qué habrían los inversionistas de apostarle al futuro de nuestro país?
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