“El problema del capitalismo es la desigual distribución
de la riqueza, mientras
que la virtud del socialismo es la igual distribución
de la miseria”.
Winston Churchill
La economía mexicana está creciendo poco, demasiado poco. El Banco de México ha bajado ya su pronóstico de crecimiento para este año del 3.3 por ciento que contemplaba originalmente a apenas un 2 por ciento. Algunos economistas privados proyectan cifras incluso menores. Las dificultades de la economía se han traducido en un aumento en el desempleo, el cual, aun con las cuestionables cifras del INEGI, ha llegado al mayor índice en el sexenio de Vicente Fox.
Más que conocer el qué, aquí es importante entender el por qué. Si conocemos las razones de la enfermedad, algo podremos hacer para tratarla: en caso contrario estaremos condenados a seguir viviendo en nuestra actual postración económica.
Para Andrés Manuel López Obrador, el jefe de Gobierno capitalino, la respuesta es muy sencilla: el “modelo económico neoliberal” es responsable del débil desempeño económico. Hay que cambiar el modelo y con ello se reactivará el crecimiento.
Yo no sé a ciencia cierta cuál es ese “modelo neoliberal” al que hace referencia López Obrador: no conozco a nadie que alguna vez haya defendido un sistema “neoliberal”. Pero conozco el modelo “liberal”, el de mercado y supongo que es al que se refiere Andrés Manuel. Lo que está proponiendo, pues, el gobernante capitalino es que el gobierno de nuestro país abandone el libre mercado y se encargue directamente de manejar los medios de producción como lo hace ahora con Pemex y otras empresas. Este es un sistema económico que ya ensayaron los países comunistas durante décadas hasta que lo reemplazaron con su actual modelo de mercado. Es el mismo que mantienen Cuba y Corea del Norte.
Hay buenas razones para cuestionar la idea de que es el sistema de mercado el que está generando los problemas económicos de nuestro país. México sigue teniendo una economía fuertemente controlada por el gobierno; éste, de hecho, mantiene monopolios en campos como la electricidad y el petróleo. Los países que han liberalizado más su economía, como España, Chile, Irlanda e incluso China, están teniendo tasas de crecimiento significativamente superiores a la nuestra.
No deja de ser interesante que buena parte del poco crecimiento económico que estamos teniendo surge de las remesas de nuestros trabajadores que tienen que emigrar a Estados Unidos en busca de empleos dignos. En el primer semestre de este año nuestros trabajadores en la Unión Americana enviaron más de seis mil millones de dólares a nuestro país, un aumento de 29 por ciento sobre el nivel que se registró en el mismo período del año pasado. Sin estas remesas de divisas la situación económica de México sería bastante más dramática de lo que es.
Lo curioso del caso es que la economía estadounidense es mucho más liberal que la nuestra. En Estados Unidos, por ejemplo, el gobierno no tiene monopolios ni en petróleo, ni en gas, ni en petroquímicos, ni en electricidad. Si el diagnóstico del jefe de Gobierno del Distrito Federal fuera correcto, los trabajadores mexicanos estarían huyendo de una sociedad de mercado sólo para ingresar a una economía todavía más liberal. Esto no tendría sentido. Lo lógico es que la gente emigre a los sistemas económicos que mejor funcionan.
Lo anterior sugiere que el diagnóstico de López Obrador es erróneo. No es el modelo de libertad económica, el de mercado, el que ha fallado en nuestro país. Quizá el problema sea que nunca se ha aplicado realmente.
Los países del mundo que han utilizado el modelo de mercado son los que mayor prosperidad le han dado a sus habitantes. No se trata sólo de los viejos países industrializados, como Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Alemania o Canadá. También los países que con mayor rapidez han logrado pasar de la pobreza a la prosperidad en el último medio siglo, como Hong Kong, Singapur, Taiwán, España, Irlanda y Chile, son los que han aplicado ese modelo liberal de mercado que López Obrador tanto desprecia.
Quizá el jefe de Gobierno de la capital mexicana tenga razón: es el momento de cambiar el modelo económico de México... pero para darle mayor libertad y no para quitársela.
Déficit
El gobierno de George W. Bush ha tomado el superávit fiscal generado por el gobierno de Bill Clinton y lo ha transformado en el mayor déficit de presupuesto en la historia de Estados Unidos. El crecimiento económico del país, mientras tanto, se ha desplomado. Canadá, en cambio, ha mantenido un saludable superávit fiscal. Y se espera que su economía crezca este año alrededor de 3.5 por ciento, casi el doble que Estados Unidos.
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