Madrid, España.- El actor español Javier Bardem confiesa que cada vez está ?más asustado con la inestabilidad? que rodea al cine, pues muchos proyectos no llegan a buen término.
Este es el caso del filme que Bardem, quien fue candidato al Oscar al Mejor Actor por su papel del poeta cubano Reynaldo Arenas en Antes que Anochezca, iba a rodar a las órdenes de Neil Jordan y también de la cinta que tenía previsto protagonizar junto a Anthony Hopkins.
En una conversación con un grupo de periodistas, Bardem reconoció ayer que normalmente no le llegan proyectos que le exciten.
No es el caso de Mar Adentro, el último trabajo del director Alejandro Amenábar, en el que el actor interpreta el caso real de un tetrapléjico español que reclamó, sin éxito, ante los tribunales el derecho a la eutanasia y finalmente se suicidó en 1998 ingiriendo una dosis letal de cianuro delante de una cámara de video.
Se trata de una película que ?la gente espera que sea oscura porque en ella se debate la muerte, pero es lo contrario porque habla de un amor a la vida fuera de lo común?, aseguró Bardem.
Durante tres meses, el actor se sometió cada día a seis horas de maquillaje para meterse en la piel de Ramón Sampedro, pero, pese a ello, ha sido un rodaje ?muy suave, sin ningún sobresalto por la magnífica orquestación de Alejandro Amenábar que tiene temple, cariño, paciencia, talento y respeto muy particular?.
?Ramón Sampedro era un iluminado, se pasó 28 años en una cama y traspasó límites de conciencia que no podemos imaginar?, indicó Bardem, a quien este personaje, como el de Reynaldo Arenas, le han enseñado algo para su vida.
?Después de este rodaje -reveló- al final he conseguido un gramito de paciencia y así entendí a mi personaje?. A su juicio, es un personaje que ?te pone sobre la mesa temas como la tolerancia, el desprendimiento, el derecho a la elección, la paciencia?, asuntos que ?uno trata en lo cotidiano, pero que Sampedro llevó al extremo y logró hacer de eso algo productivo y aleccionador que merece mi respeto. Yo, en su caso, me habría rendido?.
También le ha servido para tener menos miedo a la muerte, pues ?me ha puesto en contacto con mis limitaciones. Sampedro es el paradigma de la impotencia y el máximo exponente de impotencia para el ser humano es la muerte?.
Bardem espera que con Mar Adentro se abra un debate sobre la eutanasia. ?Es un tema que forma parte de una hipocresía aceptada. Es hora ya de hacer público este problema porque la gente tiene derecho a decidir. Estando en pleno rodaje, nos enteramos por la prensa de lo del chico francés a quien su madre ayudó a morir. Fue una inyección para nosotros, fue decir: merece la pena?, declaró.