Agencias
LOS ÁNGELES, EU.- Por muchos años Jennifer Connelly fue considerada una actriz simpática, atractiva y de cara bonita que no tenía, en opinión de críticos y especialistas, suficientes talentos artísticos como para poder triunfar en Hollywood.
Han pasado más de 19 años desde que hizo su debut en la película Once Upon A Time In America, dirigida por Sergio Leone, y con cada nuevo filme que ha estelarizado ha puesto en evidencia cuan poco válidas y creíbles eran dichas afirmaciones.
El Oscar que recibió el año pasado por su interpretación en la cinta A Beautiful Mind y los excelentes comentarios que despertó con la participación que tuvo en Requiem for a Dream, Pollock y Waking the Dead ayudaron a fundamentar la buena reputación que ahora tiene en la industria cinematográfica estadounidense.
Con House of Sand and Fog, filme que se estrena esta semana y donde aparece junto al maestro Ben Kingsley, Connelly está dando otro sólido ejemplo de sus valiosas capacidades interpretativas.
“Me siento muy satisfecha y honrada por la oportunidad que se me dio de trabajar en esta película”, dijo la actriz recientemente. “Cuando recibí la invitación para integrarme al reparto de actores y actrices que trabajarían en House of Sand and Fog no sabía que iba a tener como personaje opuesto al mío a alguien con el prestigio de Sir Ben Kingsley”.
“El día que me lo dijeron no lo creí. Pensé que se trataba de una broma. Sin embargo, estaba equivocada, porque cuando llegué por primera vez a una reunión con Vadim Perelman, director y guionista de House of Sand and Fog, Sir Ben Kingsley ya estaba ahí hablando con él. En ese momento supe que en los siguientes meses iba a enfrentar uno de los desafíos más grandes de mi vida profesional”.
Superada esa primera sorpresa, Connelly dijo que no tardó mucho tiempo en encontrar siempre detrás del aspecto solemne, duro y poco amigable de Kingsley a una persona llena de sabiduría y calor humano.
“Desde la primera vez que tuvimos una escena juntos me hizo sentir tranquila. En ningún momento trató de imponer su experiencia sobre la mía. En más de una vez estuve a punto de llorar porque se me hacía muy difícil poder expresarme a través del espíritu de mi personaje. Gracias al apoyo y los consejos que él me dio fui encontrando dentro de mí misma la voz y los matices emocionales que tenía que darle a un personaje como el de Kathy Nicolo”.
“Sir Ben Kingsley se volvió uno de los mejores maestros que yo he tenido desde el comienzo de mi carrera. Creo que la mejor lección que recibí de él durante el tiempo que estuvimos filmando fue la que me hizo entender que para ser una buena actriz además de profesionalismo, estudios y disciplina se requiere tener una voluntad muy grande para no desviarse de las metas que se quieren alcanzar”.
“La gran humildad con la que se condujo siempre dentro y fuera del set de rodaje fueron absolutamente admirables. Gracias a todo eso pude darme cuenta por qué se le considera en estos momentos uno de los mejores actores que hay en el mundo”.
Los ojos color verde esmeralda de Jennifer Connelly adquieren un brillo muy especial cuando recuerda, con entusiasmo y nostalgia, las épocas en las que empezó a tener sus primeras actuaciones dentro del cine.
“No fue un hecho casual que yo fuera invitada a colaborar en House of Sand and Fog”, señalo Connelly. “Así ha sido siempre. Tarde o temprano las buenas historias acaban encontrándome. Lo único que yo hago es mantener una actitud receptiva hacia ellas. Yo creo que en el futuro y en el destino de mi vida el cine va a ocupar siempre el lugar principal”.
“Los filmes en los que he trabajado me han permitido establecer una relación creativa con verdaderos artistas. Me parece que no ha sido esto producto de la casualidad. Desde Once Upon A Time in America, Labrynth y The Rocketeer hasta Inventing the Abbotts, Dark City y Mullholland Drive las oportunidades han llegado hasta mí directamente, sin que yo haya tenido la necesidad de ir a buscarlas”.
“Cuando les dije a mis padres que tenía ganas de estudiar para volverme actriz, pensaron que se trataba de una fantasía infantil que sólo existía en mi mente. El día que supieron que había sido elegida para interpretar uno de los papeles principales en Once Upon A Time in America entendieron que yo estaba hablando en serio. A partir de esa película me apoyaron en todo lo que yo he querido hacer”.
“No tengo la pretensión de estar una vez más en la entrega de los premios Oscar”, apuntó Connelly frente a una pregunta sobre el tema. Aunque estoy muy satisfecha con los resultados de este filme, no he querido perder el sueño analizando esa posibilidad”.
“Saber que ahora estoy en otro nivel artístico, mucho más alto que el que había alcanzado antes, es una satisfacción personal que no había conocido en otras épocas. Gracias a Sir Ben Kingsley y House of Sand and Fog he visto mi cara reflejada en un espejo y he podido reconocerme en ella”.