EFE
LOS ÁNGELES, EU.- El aplazamiento de la boda de Ben Affleck y Jennifer López no ha librado a esta pareja del escrutinio de la prensa del corazón, para quienes siguen siendo los novios del año.
Da igual que la boda de la pareja, apodada "Benifer", prevista para el domingo 14 de septiembre se haya aplazado porque los rostros de este par de astros de la pantalla dominan las portadas de todas las revistas del corazón, con diferentes hipótesis sobre las razones de esta cancelación o de su futuro.
Los sigue habiendo escépticos, seguros de que el aplazamiento no es más que otra maniobra para alejar a los paparazzi de la localidad costera de Santa Bárbara, al norte de Los Ángeles, y poder así celebrar las nupcias de forma más íntima, si se puede llamar de este modo a una ceremonia con 400 invitados.
Los hay malpensados, que achacan esta cancelación a un ataque de pánico del novio, quien a sus 31 años celebraría su primera boda.
Además están los nervios de la novia, que pese a sus 33 años y sus dos enlaces anteriores puede no estar segura de que la tercera sea la vencida y, de acuerdo con la revista Star, necesita manicura diaria de tanto morderse las uñas.
Estas especulaciones son desmentidas por la revista People, subrayando cómo la pareja estuvo cenando junta y muy acaramelada pasado jueves en un conocido restaurante de Los Ángeles.
Analizadas estas tres opciones son las propias palabras de J.Lo. las que abren un nuevo horizonte de posibilidades, con la prensa centrada en los deseos de esta novia de ser mamá.
"Estoy decidida a dedicar más tiempo a mi vida personal", asegura la actriz en la entrevista que publica la revista W donde, con el título de La López, la belleza de origen puertorriqueño añade que está "deseando" comenzar una familia.
Según Star, esto explicaría la transformación que está sufriendo la mansión que compró esta pareja por siete millones de dólares en Georgia (EU), donde Ben y Jen han fijado su residencia.
Además, viniendo de una familia hispana, López nunca ha descartado sus deseos de ser madre, a los que hay que añadir sus ganas de contar con un "pequeño Benny", como asegura la misma publicación que le pondría a su primer hijo varón.
Claro que antes hay que decir "sí quiero", un momento que la pareja lleva preparando desde hace meses y para el que hasta ahora no ha escatimado en gastos.
Ahí están los generosos regalos con los que Affleck ha agasajado a su futura esposa, desde una pulsera de 98,000 dólares hasta un abrigo de 45,000 dólares o un automóvil Ferrari valorado en 230,000 dólares.
También está ese anillo de pedida de Harry Winston, un brillante rosa de 6.1 quilates, que estaría acompañado de un anillo mucho más sencillo, hecho de platino.
López ha optado por regalos más económicos pero más provocativos a juzgar por los 500 dólares que se gastó a principios de mes en lencería en la boutique Agent Provocateur de Los Ángeles.
En medio de este ambiente de pasión y lujo, no es más que lógico el banquete que estaban organizando para su boda, donde la novia tenía previsto lucir un traje diseñado por Vera Wang y que acompañaría con azucenas blancas, sus flores favoritas.
Todo estaba pensado en una zona que ha atraído a algunas de las parejas más románticas, desde el ex presidente John F. Kennedy, que pasó su luna de miel junto a Jaqueline en el rancho San Ysidro, como quería J.Lo, o el más reciente enlace entre Brad Pitt y Jennifer Aniston, que también tuvo lugar en el área de Santa Bárbara.
Una boda de ensueño que incluía una cena de ensayo el sábado, la ceremonia el domingo y un desayuno informal con amigos y familiares el lunes, todo ello truncado por el apetito de la prensa que hizo sentir a los novios que "el espíritu" del día más feliz de sus vidas "podía estar en peligro".
Como subrayó un comentarista de la cadena CBS, "extraño sentimiento para alguien que ha hecho carrera de la atención que le han prestado los medios de comunicación".
Matando el tiempo
Jennifer López y Ben Affleck invirtieron dos millones de dólares en los preparativos de una boda que según dicen... terminaron cancelando. Ellos dicen que la razón fue la prensa, que investigó demasiado y dejó poca información del enlace para su privacidad. En esta redacción el comentario dolió, por eso a continuación hay diez opciones que la pareja puede hacer para sobrellevar estos días de tensión.
1. Paladar helado, alma caliente. Lo mejor para sanar el alma es un litro de helado. Cuanto más empalagoso, mejor. Puede ser de dulce de leche, vanilla y plátano, tres en uno.
2. Ver Gigli. El verdadero problema de esta opción es encontrar un cine de Estados Unidos que todavía exhiba la película, pero Ben y Jen pueden usar sus influencias para llevarse una copia de Gigli en DVD. Cuando termine el film se darán cuenta que hay cosas peores que cancelar su boda cuatro días antes de la fecha prevista.
3. Borrar el pasado. J.Lo. puede pasar el día borrando el pasado, si es que Ojani Noa, su primer esposo, le dejó alguna grabación casera sin vender. La boda con Ojani, sus bailes en Cuba, la boda con Cris Judd, sus momentos íntimos con Puff Daddy... J.Lo. debería aprovechar el día para destruir la evidencia que eventualmente terminará en Primer Impacto.
4. Dulce venganza. Para vengarse de Ben en su visita a las strippers de Canadá, J.Lo. debería obligarlo a recibir un lap dance de un hombre stripper vestido de cowboy.
5. Escuchar hasta vomitar. Para recordarles las razones por las que se quieren, deberían escuchar una y otra vez I´m Glad, el tema que J.Lo. le dedicó a Ben en su último disco This is Me...Then. Si Ben prefiere ver el video en el que ella sale medio desnuda imitando escenas de Flashdance, J.Lo. debe grabar otra versión del tema, que se titule I´m Fed Up.
6. Me vale, en Madres. Para olvidar sobre lo que pudo haber sido, la pareja debe proponerse que les valga. Madres es el restaurante de J.Lo. en California, que en su día tenía como director a su ex Ojani Noa. Ella lo despidió por vender detalles de su vida privada a los tabloides. ¿Ahora lo llevará Cris Judd?
7. Replantear medidas de seguridad. El representante de la pareja dice que cancelaron la boda cuando empezaron a contemplar la posibilidad de contratar a tres dobles de Jennifer para despistar a la prensa. Aprovechando la cancelación, Ben y Jen pueden aprovechar para trazar un nuevo plan de seguridad de una futura boda: olvidarse de tres dobles de J.Lo. y contratar al ex guardaespaldas de Lucero. Ese sí que sabe manejar a la prensa.
8. Compatir su experiencia. J.Lo. y Ben pueden escribir un manual titulado, Cómo gastar dos millones de dólares en una boda que nunca sucedió.
9. Almohada para tres. Invitar a Matt Damon para que los consuele: tanto a J.Lo. como ¿a Ben?
10. Verde que te quiero verde. Encargar a Donatella Versace un smoking verde para Ben, que haga juego con le vestido lechuga que en su día J.Lo. llevó a los Grammy y reprogramar la boda para el día de San Patricio.
FUENTE: Agencias