Los Ángeles, EU.- Las malas críticas y los pobres resultados de taquilla durante el fin de semana del estreno de Gigli, la película que protagonizan Jennifer López y Ben Affleck, amenazan como mínimo la relación “artística” de la pareja.
Con un presupuesto de 54 millones de dólares y dos nombres de la lista “A” de Hollywood -la que convierte sus estrenos en éxitos de taquilla- el filme no ha recaudado más de 3.7 millones de dólares en su primer fin de semana situándose en la séptima posición.
La película ya ha sido bautizada como el mayor desastre del año y su camino a los galardones Razzie que se entregan a la vez que los famosos Oscar, ya está garantizado.
Se trata de un estreno que llegó con críticas tan duras como esas que aseguraban que “Gigli era un título tan impronunciable como insoportable de ver” o la que decía con sarcasmo que con este filme “J.Lo. y Affleck finalmente han conseguido algo de intimidad”.
Vistas las proporciones del desastre, ahora las miradas están puestas en cómo afectará a la pareja más popular del año tamaño fracaso en la que es su primera colaboración cinematográfica.
“Ben se lo toma más a la ligera pero J.Lo. se lo ha tomado personal. Se han dado cuenta de que su relación es más un estorbo que un apoyo a la película”, declaró una fuente anónima en la página de Internet dedicada al cine www.imdb.com
Al frente de los estudios Revolution, productores de esta cinta, Tom Sherak tampoco ha sido tímido a la hora de admitir con nombre y apellido que la pareja que domina las portadas de todas las revistas del corazón desde que comenzó su relación (irónicamente durante el rodaje de Gigli) no ha funcionado a nivel artístico.
“Seguirán siendo grandes estrellas pero es posible que no vuelvan a trabajar juntos y, por cierto, no deberían”, admitió a la prensa.
La mejor prueba de este “enfriamiento” en las relaciones artísticas la ofrece el próximo estreno de Jersey Girl, película ya rodada con el conjunto “Bennifer” (acrónimo de Ben y Jennifer) de protagonista.
Su estreno, previsto para finales de año, ha sido retrasado hasta el próximo, un cambio que la crítica sólo ha explicado como un temor de ambos a volver a pasar por el mismo calvario.
La segunda prueba de fuego será ver si su fracaso de película les afecta en lo personal como ocurrió entre Crowe y Ryan o Davis y Harlin, donde la crisis en la taquilla les llevó a una sentimental.
“No es para tanto -afirmó Sherak-. He visto peores películas”.
Aunque algunas de las críticas parezcan poner en duda esa afirmación es cierto que se han dado estrenos peores, como lo fue el pasado año Las Aventuras de Pluto Nash, filme de Eddie Murphy estrenado en unas 2,300 salas de EU -similar a Gigli- y cuya media por sala no pasó de los 940 dólares.
Además, las comedias románticas en el género del crimen al que se apunta Gigli tienen por definición una difícil acogida. Así lo demostraron películas como El Honor de los Prizzi, protagonizada por Jack Nicholson y Anjelica Huston, o The Mexican, un total fracaso pese a contar con otra pareja de excepción, esta sólo en la pantalla, como Julia Roberts y Brad Pitt.
Pese a estas justificaciones, se trata de un duro golpe para las carreras de López y Affleck, ambos acostumbrados a convertir sus estrenos en películas que superan con facilidad los cien millones de dólares en la taquilla.
De hecho, para López se trata del estreno más pobre desde U-Turn (1997) y para Affleck sólo es equiparable a Phantoms (1998).
Un fracaso que es aún más doloroso cuando la película que se ha alzado como la número uno en la taquilla, con 34.3 millones de dólares, ha sido American Wedding, un título que muchos han puesto ya a la inminente boda entre Ben y Jen en la vida real.