A Fox le debemos la calidad de la alternancia
Torreón, Coah.- México no es un país pobre con ricos, es un país rico con pobres, dijo el ex canciller Jorge Castañeda Gutman, en su conferencia “Las ideas del cambio”, durante la cual propuso aumentar al doble las exportaciones del petróleo para obtener más recursos, como una de las principales acciones del cambio.
Con una hora y cuarenta minutos de retraso (programada para las 8:00 y comenzó a las 9:40), se realizó ayer la conferencia organizada por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), en un salón de céntrico hotel, al cual acudieron empresarios, catedráticos y profesionistas, algunos de los cuales no estuvieron muy de acuerdo con las ideas del expositor.
Castañeda Gutman dijo que se ha vivido una alternancia exitosa, pues a Vicente Fox “le debemos la calidad de la alternancia”, gracias a su manejo de campaña, lo que permitió que un equipo de gente diferente llegara a la Presidencia de la República.
“Es evidente que en México no hemos tenido devaluaciones, nacionalizaciones, alzamientos, asesinatos, represiones, lo que no hubo en anteriores cambios de gobierno”.
También es importante reconocer, destacó, que el cambio no ha estado a la altura de las expectativas, pero no por responsabilidad o culpa del gobierno, sino por factores internacionales adversos y la resistencia de muchos factores políticos, sociales y económicos.
Cambio pendiente
El cambio que falta, expuso, es el cambio en los bolsillos de la gente, en empleo, en el salario, en las utilidades de las empresas. “El cambio que falta es el que proviene del crecimiento económico, que no llega”.
Lo que hace falta, dijo, son los cambios de mediano y largo plazo, dentro de los cuales destacó el de la seguridad jurídica para las personas, los niños, la propiedad, seguridad contra los secuestros, asaltos, asesinatos, violaciones, pues si no se logra dar seguridad jurídica, no habrá tranquilidad ni las inversiones financieras que se requieren.
La educación
Se requiere también, resaltó, transformar la educación, porque ahí está el futuro. “Lo que necesitamos es hacerlo desde la primaria, prolongarla a seis o siete horas para que los niños tengan más horas para deporte, talleres de computación, música, no para estar sentadotes viendo la espalda del profesor y el pizarrón”.
En su modelo de México, hay que cambiar también la secundaria, transformarla en un sólo ciclo de seis años, en lugar de secundaria y la educación media superior, con un examen final al término de los 12 años.
Reconoció que los cambios propuestos cuestan mucho dinero y para ello se necesita una reforma fiscal, pero habrá que decirle a la sociedad en qué se va a gastar el dinero y además, se pueden duplicar las exportaciones de petróleo en cinco años, sin privatizar Pemex y sin inversión extranjera.
“Si logramos los cambios de la propuesta, podríamos duplicar el gasto en ciencia y tecnología, además, aumentar el gasto en educación, en salud, en seguridad pública y en el Poder Judicial, en 25 por ciento”.
Propuso también la reelección de diputados y senadores, porque es la única manera que se ha descubierto para que rindan cuentas. “Si hacen bien su trabajo se les reelige, si lo hacen mal, se les echa a patadas”.
Castañeda Gutman, quien ha declarado buscar la candidatura a la Presidencia de la República, mostró su falta de sensibilidad social al referirse en forma despectiva al pueblo El Sásabe, del Estado de Sonora, por donde emigran miles de mexicanos hacia Estados Unidos, a través de Arizona. “Es un pueblo seco, árido, chico, feo, pueblo bicicletero, espantoso de verdad, por donde salen mil migrantes mexicanos todos los días”.
CANACINTRA: Cuestiona su proyecto personal
Jorge Castañeda debió haber permanecido en el gobierno y olvidar un poco su proyecto personal protagónico. Siento que gran parte del análisis hecho por el ex canciller, es meramente académico, declaró Fernando Madero Ruiz, presidente de Canacintra Torreón.
Entrevistado al término de la conferencia dictada por Castañeda Gutman, quien recorre el país en busca de lograr consensos en torno a sus aspiraciones a la Presidencia de la República, Madero Ruiz dijo que es muy fácil hacer planteamientos desde el escritorio.
Es muy fácil hablar de aumentar al doble las exportaciones al petróleo, advierte el industrial, pero eso es un tanto utópico, no lo permitiría el mercado internacional, “además, de dónde se va a obtener la inversión sin recurrir al capital extranjero”.
“Siento que el gran error de Castañeda, es arrancar el proyecto individual, a costa de sacrificar el equipo de trabajo... para ser buen líder, primero hay que ser un buen seguidor”.
COPARMEX: Hay sustento
Para el gerente de Coparmex Laguna, Javier Ocampo Martínez, el aspirante a la Presidencia de la República, Jorge Castañeda Gutman, sustenta su plan a seguir en la revolución educativa y económica.
Recordó que durante el sexenio de López Portillo, se duplicó la explotación y exportaciones del petróleo, lo que pretende ahora nuevamente el ex canciller, pero desgraciadamente todo el dinero se perdió en la corrupción y malas decisiones.
Lo importante, destacó, es la necesidad de tomar decisiones, como lo plantea Castañeda, porque tenemos el problema encima y no podemos esperarnos más.
“Jorge Castañeda pertenece a una clase política que no tiene una sensibilidad de lo que es el pueblo y esa forma de expresarse como que pierde la humildad que se necesita, lo que es malo, pero ya se ha visto en otros políticos, creen que la gente está para servirlos y al contrario, están para servirnos a nosotros”.
Con aires de primer actor
TORREÓN, COAH
A las ocho de la mañana todo es expectativa: el salón se llena de abrazos que se mezclan con el primer café y los ruidos de cubiertos al comenzar el desayuno. Jorge Castañeda -el precandidato, el ex canciller- visita la Comarca. Un grupo de empresarios se reúnen, dispuestos a escuchar las propuestas de quien se dice poseedor de “las ideas del cambio”.
-¿Cómo estás, compadre?
-Todo bien ¿y el negocio?
Los meseros van y vienen en un laberinto de sillas condimentadas con moños obscuros: una pantalla azul parpadea, monumento a la era de la informática, y la música instrumental inunda el recinto. Están dispuestas las mesas para un desayuno: rebanadas de fruta, después chilaquiles, asado y frijoles. Pero el plato fuerte tarda en llegar.
-Sentimos informarles que el vuelo del doctor Castañeda viene retrasado -dice alguien en el micrófono y los comentarios generales suben de volumen-. Esperamos comenzar como a las nueve y media.
“Qué bueno por los que puedan quedarse, lástima que otros no podemos”, se cuela un comentario a media voz y un hombre abandona su silla.
Suena un teléfono celular que compite con los arpegios de sintetizador que predominan en la música ambiental.
En un intento de optimizar el tiempo, los organizadores promueven un seminario de Liderazgo para la Transición:
-Se trata más que nada de formar líderes sociales -expone una joven tratando de atenuar el malestar creciente que desata la tardanza de “Don Jorge”.
No, no, no
En la recepción del hotel, representantes de los medios de comunicación acechan al personaje, dispuestos a obtener una declaración contundente, una frase brillante.
-Quién sabe, tal vez hasta surja de aquí el titular de mañana -aventura uno.
-Lo que no puedo olvidar es aquel episodio con Fidel -señala otro.
-Aquello fue meterse con un tiburón de la política -sentencia uno más.
Dos señoras se retiran: los compromisos no esperan. Uno de los organizadores atisba por los cristales: Manos en los bolsillos, teléfonos nerviosos. Los reporteros siguen comentando:
-Que ya llegó...
-No. Dicen que en dos horas.
Son las nueve y media cuando “el número seis” para la presidencia irrumpe en la sala vestido con un traje claro. Un alud de preguntas lo sepulta:
-Señor, buenos días
-No.
-¿Qué opina...
-No.
No, no y otra vez no. El intelectual y sus acompañantes suben las escaleras inmersos en un mutismo grave, seco.
Una nutrida cascada de aplausos los cubre apenas cruzan la puerta, pero se apaga rápidamente: el público parece decir “no perdamos tiempo, a lo que venimos”.
Jorge Gallegos, Presidente de Coparmex Laguna, pide disculpas por el retraso y emprende un discurso en donde califica a Castañeda de “protagonista de la transición” y de “primer actor político”.
-¿Político o actor? -inquiere alguien. En las mesas de atrás, algunos empresarios se llevan la mano al mentón.
Ajeno a comentarios de unos y de otros, el pre aspirante a la Presidencia enfoca su atención en la taza de café hasta que llega a sus oídos el eco de su nombre: su rostro parece transformarse, sonríe brevísimamente a las cámaras. Pide disculpas por el retraso e intenta hilvanar una broma respecto a los horarios de los vuelos. Ofrece recortar su exposición para tener más tiempo y entablar una sesión de preguntas y respuestas. Después retorna al perfil adusto:
“Es evidente que en México hemos tenido una alternancia de alta calidad (...) A Fox le debemos la alternancia y a Fox le debemos la calidad de la alternancia”. Mientras habla, en la pantalla aparece una página de Internet que destaca las cualidades de quien hoy visita La Laguna. Por pequeños imprevistos de la navegación, durante segundos las imágenes de las actrices Nicole Kidman y Michelle Pfeiffer brotan en la pantalla.
-Los caballeros las prefieren rubias -comenta un hombre obeso de mediana edad.
-Pues prefiero las güeras al güero -le contesta uno más joven en tono familiar.
“También hay que reconocer que el cambio no ha estado a la altura de las expectativas. Ésta es una realidad que también debemos de reconocer (...) El cambio que falta es el cambio en los bolsillos de la gente, el cambio que falta es el cambio en el empleo, en el salario”.
Mientras el “actor político” destaca que el cambio más importante es el de la seguridad jurídica, unos metros más allá un mesero trata de autocensurar un bostezo. El ex canciller reclama seguridad jurídica para las personas, para los bienes, para los predios, para los mexicanos y para los extranjeros.
Alude veladamente -después lo confirmará- a las Juntas de Buen Gobierno determinadas hace una semana por el EZLN: no debe haber diferentes tipos de municipios en diferentes partes del país.
Los temas fluyen, uno por uno, abordados con premura: educación, seguridad, una reforma fiscal que le diga a la gente “en qué se va a gastar el dinero (...) además, utilizar nuestra riqueza de hoy para combatir nuestra pobreza de hoy. Podemos duplicar nuestra exportaciones de petróleo en cinco años”, reza Castañeda mientras los empresarios de una de las mesas principales luchan por reprimir la risa y cruzan miradas cómplices.
“Eso es algo que se puede hacer, y se puede hacer sin privatizar Pemex y sin inversión extranjera –continúa el orador- si lo logramos podríamos duplicar nuestras inversiones en tecnología y aumentar nuestro gasto en educación, en salud, en seguridad pública en 25 por ciento”.
Para ello es necesario concretar algunas reformas institucionales: la reelección de diputados y de senadores, el referéndum.
En un momento propone la creación de una figura al lado del Presidente de la República, para que éste no tenga que ir a todos los actos: día del niño, día del compadre, día del albañil.
-Se oye raro en alguien que está recorriendo el país ¿no? resalta una señora pequeñita, que hasta ese momento había pasado casi inadvertida por quienes están a su alrededor.
-Quiere decir que si él llega a Presidente no va a querer venir -argumenta un hombre que parece ser su esposo, y a algunos nos queda difusa la real intención del comentario. Da la impresión de que está incómodo.
La ambigüedad se despeja cuando el autopresidenciable relata “estuve hace algunos meses en El Sásabe, la frontera de Sonora con Arizona, un pueblo seco, árido, chico, feo, un pueblo ‘bicicletero’ espantoso de verdad...”.
El hombre se prepara para salir antes de que el conferencista termine. La mujer voltea a verlo:
-¿No te vas a terminar el desayuno?
-Vámonos -ataja él- me cayó pesado.
Preguntas y respuestas
Concluye la conferencia y comienza una breve sesión de preguntas y respuestas: cuatro, cinco ciudadanos a lo más, pueden expresar sus inquietudes. Una anciana enfundada en un vestido de otros tiempos, lanza su inquietud: su nieta es graduada con promedio de excelencia de una Licenciatura en Finanzas y no consigue empleo.
Tras retomar las ideas expuestas en materia de educación, Castañeda concluye “lo importante es que su nieta pueda adquirir otro oficio si en ése no encuentra trabajo”. El planteamiento, en suma, es “aprender a aprender”, lo que arroja a los alumnos a un éxodo constante entre las ocupaciones en donde se encuentre la demanda laboral.
“No me gustó la contestación que me da a mí, mi nieta ya estudió su carrera y nosotros no tenemos tanto dinero como para pagarle más educación”, comenta la mujer en entrevista. Se llama Graciela Ochoa viuda de Baugus.
“El señor Castañeda dice que ella se debería de preparar en otra cosa, pero eso es para los que están empezando (...) dicen que el Presidente pidió que nos pusiéramos a hacer pasteles, y yo creo que tal vez eso está bien para un rato, pero ¿para cuánto?”.