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MÉXICO, D.F.-La inconformidad dio la nota ayer en la capital del país: en pleno Zócalo, mujeres y hombres se arrebataban los rábanos, las cebollas, las coles y las lechugas que comerciantes de hortalizas de la Central de Abasto habían decidido regalar.
Los vendedores hicieron esta protesta porque están hartos del intermediarismo que, aseguran, se practica en la Central.
María Ángeles, de 60 años, llegó con su bolsa de mandado al lugar y sin saber la razón del porqué le regalaban las verduras, dijo que Andrés Manuel López Obrador, jefe de gobierno del Distrito Federal, era una persona muy buena, mientras José Ortega, taxista, estacionó su vehículo a un costado de la plaza y prácticamente acarreó manojos de espinacas, cebollas y cilantro.
Desde hace dos días, comerciantes de la Central de Abasto han pedido la intervención del gobierno capitalino porque están hartos del intermediarismo y hay la intención de reubicarlos a otra zona del mismo mercado, a pesar de que ya llevan 20 años vendiendo en este lugar.
Mientras tanto, permisionarios de diversas organizaciones de microbuses anunciaron que mañana realizaran una nueva manifestación a la residencia oficial de Los Pinos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos del Distrito Federal y a la ONU.
Ello, ante la negativa de las autoridades del transporte para resolver los problemas de invasión de rutas, obstrucción de la justicia y negativa a incrementar la tarifa del transporte público concesionado.
José Antonio Sánchez Escalante, dirigente de Rutas Unidas, sostuvo que "nosotros no estamos cerrados al diálogo con Francisco Garduño, secretario de Transportes y Vialidad, siempre y cuando un funcionario de mayor jerarquía, que pudiera ser Alejandro Encinas o Martí Batres, estén presentes durante el diálogo, para que se vea que no decimos mentiras".
En respuesta, Garduño Yáñez manifestó que los concesionarios no le han entregado ningún pliego petitorio, además de que los amparos interpuestos por los transportistas de las Rutas 4, 57 y 111, se encuentran en litigio y en algunos casos se les han negado a las organizaciones.