SALTILLO, Coah.- Es preocupante que se den casos que atentan contra la dignidad humana de las personas, que por necesidad de alimentar a sus familias aceptan trabajos en los que abusan de ellas, expresó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila, Miriam Cárdenas Cantú, con relación a los jornaleros sureños que fueron explotados en San Pedro. Situación de la que informó ampliamente EL SIGLO en su reportaje (p. 2 A) del viernes 18.
La defensora de los derechos humanos, aclaró que lamentablemente la CDHEC no puede intervenir en este caso en que se da una relación laboral entre particulares, el cual compete a otras instancias, por lo que sólo podría dar una asesoría siempre y cuando se lo soliciten los afectados.
Dijo que la competencia de la Comisión a su cargo, en el caso de los jornaleros, sería para conocer si las autoridades encargadas de indagar los hechos, no están llevando a cabo las investigaciones necesarias o si no cumplen con su función de hacer justicia, si es que se trata de autoridades estatales o municipales.
?Desgraciadamente no podemos establecer un procedimiento por asuntos laborales; no somos competentes para ello y tampoco lo podemos hacer contra particulares?, expresó.
Agregó que esto no impide que la CDHEC en su vertiente de difusión de cuáles son los derechos humanos, pueda dar a conocer cuáles son los derechos humanos que se deben respetar; Como el de la no explotación laboral y el derecho a un trato digno en cualquier trabajo, ?que debe de prevalecer y ser respetados por los mismos ciudadanos y las autoridades?.
Indicó que en estas situaciones, como la de los sureños explotados en San Pedro, es frecuente que los mismos trabajadores no quieren dar a conocer las condiciones indignas en las que trabajan o los hospedan, ?porque lamentablemente es su única oportunidad en ese momento de llevarse un pan a la boca, ellos y sus familias?.
Estableció que ese silencio y la falta de denuncia, es lo que motiva que se sigan cometiendo los abusos por parte de los particulares y que existan personas que contraten en condiciones lamentables, a otras que tienen la necesidad de sobrevivir.