Los Ángeles, EU.- El joven de moda en Hollywood Josh Hartnett se dio el lujo de rechazar el papel de Superman cuatro veces, según admitió el actor de 24 años en una entrevista con el sitio web especializado Zap2it.com.
“Simplemente no era el tipo de película que quería hacer”, explicó Hartnett en el marco de la promoción de su próxima cinta, Hollywood Homicide.
“Me ofrecieron el papel mientras yo rodaba Hollywood Homicide y dije que no. Me lo ofrecieron nuevamente, y dije que no. Me lo volvieron a ofrecer, y dije que no. Me lo ofrecieron una vez más, y dije que no”, relató.
“No quería hacer Superman y también rechacé todas las otras películas de superhéroes que me ofrecieron”, afirmó. Hartnett admitió que consideró la idea cuando Brett Ratner, quien originalmente iba a dirigir el filme, lo contactó en persona, aunque igualmente desistió.
Asimismo, aclaró que no tiene nada en contra del “hombre de acero”, sino que prefiere elegir proyectos más orientados a resaltar su talento dramático.
El actor de Pearl Harbor, entre el fuego y la pasión decidió no calzarse el ceñido traje y azul y la capa roja que alguna vez fue de Christopher Reeve.
Ya lo había dicho el director Brett Ratner (Rush Hour 2), cuando dijo públicamente que sus ojos estaban puestos en Jude Law y Hartnett: aceptar semejante papel implicaba un compromiso de diez años, ya que se realizarán tres películas de Superman.
El rechazo del joven galán abrió las posibilidades para Brendan Fraser (La Momia Regresa, Al Diablo con el Diablo), Paul Walker (Rápido y Furioso) y un actor de telenovela llamado Matthew Bomer.
Josh es el mayor de cuatro hermanos, y comenzó a actuar cuando se encontraba en la secundaria St. Paul’s Cretin-Derham Hall, cuando una lesión lo alejó del equipo de football americano.
Sin nada que hacer con su tiempo libre, sucumbió ante la insistencia de su tía -una amante del teatro- para que se presentara a una audición con la Youth Performance Company, el rol era el de de Huck Finn en la obra Tom Sawyer. Para su asombro obtuvo el papel y la obra fue un éxito.
Hasta entonces su único coqueteo con la actuación había sido para un corto que había filmado con unos amigos. En él, Josh realizaba un pequeño hurto en el supermercado, con una actuación “tan convincente” que fue atrapado por la policía.
Posteriormente, participaría en otras obras teatrales como Freedom Riders e Into the Woods hasta que se graduó de la secundaria en 1996. Aquel mismo año, cogió sus maletas y se mudó a Nueva York en busca de expandir sus horizontes en su carrera actoral. Ingresó a la escuela de drama en la gran manzana, pero su estancia en la SUNY Purchase College of New York no fue del todo grata, razón por la cual se mudó a Los Ángeles en 1997.
Después de dos meses en L.A., Josh audicionó y obtuvo el rol estelar en la serie de TV, Crackers. Desafortunadamente, la serie duró muy poco pero pronto Josh conseguiría su primer rol en el cine, como hijo de Jamie Lee Curtis en Halloween H2O.
Por este papel fue nominado a los MTV Movie Awards en la categoría de Actuación más Sobresaliente y su nombre comenzó a hacerse conocido.
Camino al estrellato
Su siguiente film fue también de horror. En La Facultad, Hartnett compartió escena con Elijah Wood, Salma Hayek y John Stewart y, si bien la cinta no fue un gran éxito, le sirvió para establecerse como uno de los rostros jóvenes más conocidos entre las adolescentes, quienes lo adoraban.
Sus siguientes cintas, la excelente Las Vírgenes Suicidas y la edulcorada Here on Earth, lo unieron en la gran pantalla con dos hermosas estrellas juveniles: Kirsten Dunst y Leelee Sobieski. Su fama entre las adolescentes iba en ascenso, apareciendo su rostro en las revistas juveniles continuamente.
Luego de algunos films sin mucha trascendencia, protagonizó una vanguardista versión de Otelo de Shakespeare. “O” estuvo en las bóvedas de los estudios por un buen tiempo hasta su estreno oficial debido a su contenido explícito y violento. En ella, compartió roles con otra prometedora estrella: Julia Stilles.
Pero sus roles más importantes aún estaban por llegar. Su personificación del trágico Danny Walker en la súper producción Pearl Harbor lo convirtió en ícono juvenil, llegando incluso a restarle fans al propio Ben Affleck. El suceso de esta cinta puso a Josh en la lista A de Hollywood, permitiendo que el joven actor tuviera mayor libertad al momento de escoger sus guiones.
Su siguiente film, la cinta bélica La Caída del Halcón Negro de Ridley Scott , fue todo un éxito comercial y de crítica. Josh obtuvo muy buenas reseñas por su interpretación de un joven soldado en Somalia, la cual le dio mayor credibilidad como actor entre la prensa especializada, alejándolo definitivamente del prototipo de actor juvenil.
Su siguiente proyecto, la fresca comedia 40 días y 40 noches probó que Josh podía ser también divertido cuando se lo proponía, motivo por el cual fue invitado al show cómico por excelencia de la televisión americana Saturday Night Live. Después participó en Halloween, film que lo hiciera conocido, y en el thriller Wicker Park.