Madrid, (EFE).- Los jóvenes urbanos españoles de entre 15 y 24 años se dividen en cinco grupos "muy bien delimitados" según sus estilos de vida: estudiosos, trabajadores, juerguistas, consumistas y hogareños, destaca un informe elaborado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
Esta es la primera vez que esta clasificación aparece en un estudio sociológico sobre los jóvenes españoles, grupos "muy claros y que marcarán un antes y un después" a la hora de desarrollar otras investigaciones, afirmó su coordinador, Domingo Comas.
También destacó que el fracaso escolar se presenta como uno de los principales riesgos para el futuro.
En esta investigación, titulada "Jóvenes y Estilos de Vida", se han llevado a cabo 1.700 entrevistas de jóvenes residentes en municipios españoles de más de 20.000 habitantes y se han cruzado los datos obtenidos en otros estudios recientes.
El informe constata que los jóvenes urbanos españoles, que representan el 16,1 por ciento de la población, muestran tendencias coincidentes con su coetáneos europeos y que se está produciendo una acelerado proceso de secularización.
Asimismo se registra un incremento de la politización formal, un menor deseo de acceder a los estudios superiores y un anhelo cada vez más incipiente por la autonomía personal de tal forma que vuelven a reaparecer grupos de jóvenes que comparten casa.
Además, una parte importante de los jóvenes mantiene el comportamiento adolescente, centrado en el ocio de fin de semana y en el ideal de los "verdaderos amigos" hasta los treinta y muchos años.
En relación con las cinco divisiones según el estilo de vida, el estudio explica que los estudiosos (el 42 por ciento) están ubicados preferentemente en la adolescencia y viven con sus padres.
Se sitúan en el centro político, son los menos transgresores y menos proclives a los riesgos, aunque los viernes por la noche beben bastante.
En cuanto a los trabajadores (un 23 por ciento), donde predominan los más adultos de la muestra, una cuarta parte ya se ha emancipado, son ideológicamente neutros y no se identifican con los valores clásicos de la clase trabajadora.
El fin de semana consumen alcohol, aunque sólo el sábado, y tienen experiencias con drogas ilegales pero no son consumidores habituales.
Sobre los juerguistas (17 por ciento), ubicados en la etapa 18-22 años, el estudio afirma que son básicamente estudiantes (70 por ciento), la mayoría universitarios, que se sitúan con claridad en la izquierda política y adoptan de forma mayoritaria posiciones de absoluta secularización.
Los fines de semana invierten radicalmente el ritmo entre el día y la noche y a la vez son, con mucho, los más cultos, ilustrados y solidarios.
Los consumistas (13 por ciento), distribuidos en todas las edades aunque el tipo más frecuente parece ser el adolescente varón, se caracteriza por vivir con sus padres, ir de compras y practicar aficiones no electrónicas.
Están preocupados por su imagen y tienen mala trayectoria escolar y en un futuro y como hipótesis de trabajo, avanzó Comas, podrían representar un grupo vinculado a las conductas de riesgo (violencia, drogas).
Finalmente, el grupo de los hogareños (6 por ciento), está básicamente formado por mujeres que pasan mucho tiempo en casa.