GÓMEZ PALACIO, DGO.- A sus 60 años de edad, Juan Ferrara sigue levantando pasiones. Las damas que se dieron cita la noche de ayer en el Teatro Alberto M. Alvarado, sucumbieron ante sus encantos. Eso le agrada, pero desgraciadamente no le da la felicidad...
-El sábado fue su cumpleaños, ¿cómo se siente en este momento de su vida?
-Lo único que puedo es tener un agradecimiento a la vida. He tenido de todo: he amado, me han amado, he aprendido muchas cosas, he tenido dificultades muy fuertes, me han puesto en mi lugar. He recibido satisfacciones muy grandes pero por otro lado, muchas frustraciones también... siempre quise ser algo cercano a Marcelo Mastroianni pero estamos muy lejos.
La realidad económica del país no permite que se haga el cine que se hace en Italia, se hace muy buen cine (en México) pero poco, entonces no tengo cabida en ese cine, por lo menos ahora.
Durante el último año de su existencia, la mayor frustración para Ferrara ha sido no encontrar a una mujer hermosa a quien amar; por el contrario, su mayor felicidad fue el superar la grave enfermedad de uno de sus hijos.
-Su trayectoria ha sido muy larga en el mundo de la actuación ¿Qué le aprendió a su madre, a Ofelia Guilmain?
-Eso es un secreto profesional -contestó, dejando escapar una ligera sonrisa-. Hay cosas que no se pueden mostrar abiertamente, son pequeños secretos que uno va teniendo y manejando, y solamente se lo pasas a quien merezca.
Quizá por guardar tan celosamente ese secreto, este hombre se mantiene como primera figura de la televisión y el teatro. Es un galán atemporal; lo mismo rompió el corazón de las damas hace 33 años al ser pareja de María Rivas en La Gata, o en 1999 cuando probó las mieles de la ex Miss Universo Alicia Machado en el melodrama Infierno en el Paraíso. Pero el sexagenario actor, atribuye todo el cariño del público a la entrega y profesionalismo que siempre ha predicado, con el mismo que seguirá trabajando hasta donde le sea posible.