“¿Karol qué?”, fue la pregunta de miles al enterarse el 16 de octubre de 1978 que un cardenal polaco que luchó contra el comunismo y que sabía esquiar en la nieve había sido escogido como sucesor de Juan Pablo I.
Ahora que han transcurrido 25 años de dirigir a la Iglesia Católica, cualquier persona sea o no creyente, se quita el sombrero ante la extraordinaria trayectoria del ex obispo de Cracovia, Karol Wojtyla.
Y no es para menos, Juan Pablo II sigue firme en sus ideales y sus convicciones a pesar del acoso constante de sus tradicionales enemigos y de las enfermedades que lo han perseguido desde aquel dramático atentado a tiros que sufrió en la Plaza de San Pedro.
Por algo el Papa diría desde el inicio de su pontificado una frase que lo ha acompañado durante estos años: “No tengáis miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad”.
Curiosamente es gracias a sus críticos como Juan Pablo II se ha fortalecido al paso del tiempo y ha superado una prueba tras otra.
Su férrea oposición al aborto, al matrimonio de sacerdotes, a la unión entre homosexuales y a las teorías progresistas de la Iglesia le han valido muchas críticas, incluso de algunos sacerdotes y feligreses católicos.
Pero al mismo tiempo construyeron para el catolicismo un camino muy definido que permitió superar la incertidumbre y la indecisión que privó durante los años sesenta y setenta.
El crecimiento que ha registrado en los últimos años el número de católicos es una prueba clara de lo anterior. Los miembros de la comunidad católica suman 1,057 millones de personas en el mundo, de ellos 461 millones son de América Latina, 286 millones de Europa, 120 millones de África, otros 110 millones de Oceanía, 71 millones de Estados Unidos y Canadá; y poco más de ocho millones de Oceanía.
Sólo en Europa y Estados Unidos se han registrado descensos en el número de católicos y básicamente por dos razones: los escándalos de abuso sexual por sacerdotes y la oposición de la Iglesia a las corrientes progresistas.
Según las proyecciones para el año 2025 el número de católicos estará muy cerca de los 1,400 millones de personas para superar al grupo religioso más numeroso conformado por los musulmanes.
Juan Pablo II ha impuesto varios records como pontífice, entre ellos el número de viajes realizados por el mundo, el número de personas beatificadas y canonizadas, amén de las constantes reformas y encíclicas elaboradas en estos 25 años.
Para los mexicanos y para América Latina el Papa ha sido algo más que un simple jefe de la Iglesia Católica. Su simpatía a la cultura y los valores latinos, así como su devoción a la Virgen de Guadalupe, lo convirtieron en un amigo y guía de nuestras comunidades.
Pero el valor más admirable de Juan Pablo II ha sido su entrega franca y sin regateos a su misión apostólica. Sin importarle su salud ni sus padecimientos físicos, el Papa igual viaja dos mil kilómetros o encabeza una ceremonia de cinco horas.
No será fácil para el siguiente pontífice igualar la labor de Karol Wojtyla. No obstante el camino está sembrado para que la Iglesia Católica mantenga firme su rumbo y continúe la labor que hace dos mil años iniciara San Pedro por indicaciones de Jesucristo.
El autor es licenciado en Comunicación por la Universidad Iberoamericana con maestría en Administración de Empresas en la Universidad Estatal de San Diego. Comentarios a josahealy@hotmail.com