25 octubre 2003
Nueva York, (Notimex).- Mas allá de los partidos, este fin de semana en la Liga Nacional de Futbol Americano destaca la historia, ya que Acereros de Pittsburgh disputará su encuentro número mil cuando enfrenten a Carneros de San Luis en su propia casa, el Campo Heinz de Pittsburgh, Pennsylvania.
Aunque esta no es precisamente su mejor campaña, al ubicarse en el último lugar de la División Norte de la AFC con marca de 2-5, Acereros celebrará su historia, marcada por una brillante década en la que ganó cuatro supertazones y reunió a la mejor defensiva de todos los tiempos.
El domingo, semana siete de acción en la NFL, en el emparrillado del Campo Heinz se reunirá uno de los mejores equipos de la historia, en el que destaca gente como los receptores Lynn Swan y John Stallworth, el corredor Franco Harris, el apoyador Jack Lambert y, por supuesto, el mariscal de campo Terry Bradshaw.
En cuanto al juego en sí, San Luis llegará motivado luego que comienza a corregir el rumbo con tres victorias consecutivas que lo colocan en el segundo lugar de la División Oeste de la NFC, con registro de 4-2.
Por el contrario, Acereros, que descansó esta semana, sumó su tercer revés al hilo al caer en la fecha seis por 14-17 con Broncos de Denver, con gol de campo de último minuto de Jason Elam, lo que lo coloca como el último en el sector norte del joven circuito.
En la Conferencia Nacional (NFC), a su vez sobresale el duelo entre el enrachado Vaqueros de Dallas y el actual campeón de la NFL, Bucaneros de Tampa Bay, que ha tenido una temporada de altibajos y, de hecho, viene de una derrota por 7-24 ante 49`s de San Francisco.
Dallas tiene registro de 5-1, pero esas cinco victorias han sido al hilo en sus recientes encuentros, gracias a un eficiente ataque aéreo, que acumula mil 144 yardas en esos mismos duelos, liderado por el pasador Quincy Carter y los receptores Terry Glenn y Antonio Bryant.
Esto podría significar una ventaja para la escuadra texana, ya que enfrentará a la defensa número 23 contra el pase, que tolera 192 yardas por juego, pese a que sólo le han anotado en cinco ocasiones por la vía aérea.