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Jugos y néctares/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“La equidad es la justicia, llevada más allá de lo que la ley ordena.” Aristóteles.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió, este pasado 26 de agosto en la culminación de un juicio de amparo, que Hacienda no puede cobrar un IVA de 15 por ciento a jugos y néctares cuando mantiene una tasa cero para alimentos sólidos y semisólidos. Este cobro de impuesto, ha señalado la Corte, viola el principio de equidad en la ley: en otras palabras, no trata igual a los semejantes.

No es ésta a primera vez que el máximo tribunal de nuestro país descarta la aplicación del impuesto al valor agregado a jugos y néctares. Ya en la década de 1990 los ministros le dieron la razón a Juegos del Valle cuando esta empresa se amparó en contra de una ley del IVA que le cobrara impuesto a jugos y néctares mientras dejaba en tasa cero a los alimentos sólidos. Con aquella decisión la Secretaría de Hacienda se vio obligada a devolver 2,000 millones de pesos en IVA a Jugos del Valle, pero como la empresa no tenía forma de regresar el dinero a los consumidores simplemente se lo embolsó, generándole una utilidad extraordinaria. El nuevo fallo beneficia ahora a las empresas distribuidoras Herdez y Eloro.

Hay varios puntos interesantes en la nueva decisión de la Suprema Corte. Para empezar sugiere que o los ministros están decididos a enmendarle la plana a los legisladores -que son quienes redactaron la ley- o éstos no saben cómo hacer leyes correctamente. El artículo dos-A de la Ley del IVA fue reescrito específicamente por los legisladores después de la decisión de Jugos del Valle para dejar en claro que había que cobrar IVA a jugos y néctares pero no a la leche ni a los alimentos sólidos y semisólidos. Los ministros señalaron este 26 de agosto, sin embargo, que los legisladores nunca justificaron por qué se le debe dar un trato distinto a productos que no tienen en realidad diferencias aparentes.

Buena parte del problema radica, sin duda, en la complejidad de la propia ley. Tenemos hoy una esquizofrénica legislación de IVA que cobra diez por ciento en las fronteras, 15 por ciento en el resto del país, tasa cero a algunos productos y deja exentos a otros más. Este sistema es complejo y difícil de administrar no sólo para Hacienda sino también para los contribuyentes. Genera corrupción, porque hay un incentivo para colocar productos y servicios en categorías de menos impuesto. Pero, además, promueve inequidades, como lo ha señalado la Suprema Corte en el caso de los jugos y néctares.

El fallo de los ministros fortalece la posición de que hay que igualar el IVA en todas las regiones del país y en todos los productos y servicios. El país está pagando un precio administrativo muy alto por tener un sistema tan complejo. Pero, además, podría haber nuevas demandas de amparo ante otros aspectos inequitativos del impuesto.

Hasta ahora, por ejemplo, nadie se ha amparado por la diferencia en el IVA que se cobra en las fronteras, de diez por ciento, frente al 15 por ciento que pagamos los residentes del resto del país. Pero los mexicanos que se ven obligados a pagar más por vivir en el interior de México bien pueden argumentar que se viola —también en este caso— el principio de equidad. Después de todo los legisladores no han justificado por qué deba haber mexicanos de primera, que paguen diez por ciento de IVA, y de segunda, que deban desembolsar el 15 por ciento. Antes de obligar a los ciudadanos a recurrir al camino de los amparos, los legisladores deberían afrontar la raíz misma del problema: que es la complejidad del sistema. Si en todo México se aplicara una sola tasa de IVA, todas las discusiones se terminarían. Como lo he escrito en otros artículos, la tasa única ideal sería de diez por ciento, que es la que se puede cobrar en la frontera norte del país sin que nuestro comercio pierda competitividad frente al estadounidense.

La decisión, por supuesto, no le corresponde a la Secretaría de Hacienda. Son los legisladores los que tienen que estudiar las lecciones del fallo de la Suprema Corte y encontrar una ley que mejore la recaudación sin quebrantar el principio de equidad. La experiencia después del fallo sobre Jugos del Valle debería convencer a los legisladores de que el problema no se puede resolver buscando nuevas redacciones que pretendan darle sentido a un sistema complejo e inequitativo. Ha llegado el momento de simplificar la ley y de aplicar la tasa única.

SENADO

El panista Diego Fernández de Cevallos y el priista Enrique Jackson se han venido intercambiando la presidencia del Senado desde hace tres años. Sería sano tanto para el Senado mismo como para el país que ahora ocupara la presidencia el perredista Jesús Ortega.

Correo electrónico: sergiosarmiento@todito.com

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