“Ten cuidado con lo que quieres, no sea que lo logres”. Anónimo
El presidente Vicente Fox tiene que saber qué quiere realmente. ¿Busca de verdad los acuerdos con los partidos de oposición que pidió en su informe de gobierno del 1ro. de septiembre? ¿O pretende liarse con el viejo régimen en un juego de ataques y venganzas que tardará mucho en terminar?
La decisión el pasado 4 de septiembre del presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados —el panista Juan de Dios Castro- de iniciar el juicio de procedencia en contra del senador priista Ricardo Aldana parecería señalar que el presidente Fox prefiere la guerra. Y los priistas parecen dispuestos a responderle en especie, negándole las reformas estructurales que tanto ha solicitado.
Me queda claro que Carlos Romero Deschamps y Ricardo Aldana sí llevaron a cabo desde el sindicato petrolero un desvío de dinero de Pemex al PRI al final de la campaña electoral federal del 2000. Pero el hecho es que todos los esfuerzos por lograr un castigo penal a los responsables de esta acción han fracasado hasta ahora. Empujar el caso en contra de Aldana en este momento no va a llevar necesariamente a un castigo, pero sí puede afectar la aprobación de las reformas estructurales que ha propuesto el Presidente. En política hay que saber lo que uno quiere y también lo que uno puede lograr. Y la verdad es que en este caso el Presidente puede quedar como el perro de las dos tortas: sin castigo a nadie por el Pemexgate pero sin reformas estructurales también.El juicio de procedencia en contra del senador Aldana se echó a andar sobre la base de una convocatoria que es potestad exclusiva del presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Juan de Dios Castro, quien es visto como representante personal del presidente Fox en el Congreso por haber sido su asesor jurídico en los dos primeros años de gobierno. La reacción de los priistas ha sido por lo tanto contundente: el proceso, que de tener éxito despojaría de fuero al senador, es un acto de venganza del Presidente en contra del PRI. El buen ambiente que había entre cuando menos algunos legisladores priistas hacia las iniciativas de reforma del Presidente se ha deteriorado de manera radical y se ha puesto en peligro la aprobación de las reformas.
Si por lo menos hubiera alguna certeza de que este juicio de procedencia llevará finalmente a un castigo en contra de Aldana por el desvío de fondos de Pemex al PRI, podría argumentarse que la decisión no tiene más propósito que lograr un acto de justicia. Pero hasta ahora el gobierno ha enfrentado derrota tras derrota en el Pemexgate y, como se ha llevado el caso, no hay claridad de que las cosas puedan cambiar en el futuro.
¿Qué podría haber hecho el presidente de la Cámara ante un dictamen de juicio de procedencia ya aprobado por comisiones en la legislatura anterior? Los priistas, como Emilio Chuayffet y Miguel Ángel Yunes, dieron la solución en sus argumentos: lo que usualmente se hace en estos casos es que el dictamen se turna de nuevo a comisiones. Pero Juan de Dios Castro decidió, de manera personal, someterlo a votación directamente al pleno iniciando así el juicio de procedencia que se ventilará el 17 de septiembre.
Es demasiado pronto para saber si este juicio se convertirá realmente en un obstáculo para el logro de los acuerdos que el Presidente pidió en su informe a los partidos de oposición. Pero de lo que no hay duda es que, de momento, los priistas parecen poco dispuestos a apoyar a un Presidente que, según ellos, los golpea a la primera oportunidad.
El peor escenario para la estrategia global del presidente sería que el juicio de procedencia fracase o que el caso penal en contra de Aldana no lleve a su encarcelamiento por el desvío de fondos de Pemex, pero que al mismo tiempo lleve al rompimiento del diálogo entre el PRI, el PAN y el gobierno para aprobar las reformas estructurales económicas.
Quizá este escenario no se materialice. Entre muchos diputados y senadores priistas ha venido creciendo la convicción de la importancia histórica de las reformas estructurales. Pero es ciertamente una mala estrategia del presidente golpear por un lado a los priistas y por el otro lado pedirles su voto en el Congreso.
ROMERO DESCHAMPS
¿Qué ha pasado con Carlos Romero Deschamps, secretario general del sindicato petrolero quien ya perdió su fuero como diputado? La PGR ha solicitado su aprehensión por peculado y por uso indebido de funciones y él ha solicitado un amparo. Por lo pronto los tribunales no han decidido en ninguno de los dos casos. En cambio, las acusaciones por lavado de dinero y delincuencia organizada fueron ya desechadas por los jueces.
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